Cambiar

20.04.2010


Dice Punset, en una de sus charlas,  que para llegar a ser feliz  has de ser capaz de cambiar de opinión. En  una de sus conferencias en México, animó a los asistentes a que cerraran los ojos y pensaran en la cama donde  dormían.  (Hazlo)…
Unos instantes después, les propuso  cerrar los ojos, de nuevo, e  imaginar la cama que les gustaría dormir de aquí veinte años (Vuelve  a hacerlo)…
 El resultado, en la mayoría de los casos, es que la cama de nuestro  futuro era muy similar a la cama de nuestro presente, con lo que este ejercicio tan sencillo acredita que somos de piñón fijo y que serlo, dificulta nuestras expectativas de felicidad.
No hay nada que desmotive mas q estar ante alguien que sabes  que nunca cambiará su opinión. Digas lo que le digas, ella-él,  sabe la respuesta o recela de la  tuya. Sugieras lo que sugieras, pondrá peros. Propongas lo que propongas, no supondrá ningún avance que sirva para un acercamiento entre ambos. En su pasado, hay muchas cosas sin resolver, y en su presente, nada que quiera resolver. Igual que en tu pasado, más o menos como en tu presente, solo que tu, quieres y sabes que  puedes cambiar de registro y deseas  hacerlo  y lo harás si descubres hacia donde. Ya lo has hecho. Tiemblas,  cada vez que colocas la mano encima del timón de tu vida, pero, sabes que has de hacerlo si no quieres llegar a un destino que es de cualquiera menos tuyo. El cambio.  Ese anónimo que nos tensa y al que tememos. Por dificultad en cambiar, no cambias ni de opinión, cuando esta es susceptible de renovarse cada dos por tres. Una cosa son los ideales, otra muy distinta, es la escuela. Puedes tener unos ideales muy arraigados, y puedes alimentarte, si quieres,  en  diferentes universidades. Puedes cambiar de opinión según evoluciones en tu  aprendizaje, o según retrocedas. Puedes cambiar de marca de cerveza,  tu voto,  o la costumbre de coger el coche a diario. Puedes probar a poner apio en las lentejas o naranja al salmón.¡ Puedes! No hay nada que arruine más cualquier reciprocidad como la certeza de que no habrá ningún cambio. Eres, somos, seres de felicidad limitada y de imaginación restringida, aferrados a una cama que solo se eleva cuando dormimos, y a veces. 

enlaces:
 http://www.elpais.com/videos/tecnologia/Punset/Gonzalez-Sinde/Foro/industria/cultural/Barcelona/elpeputec/20100330elpeputec_1/Ves/





2 comentaris:

Valle ha dit...

Que bien me ha sentado, como un chorro de aire fresco. Un beso enorme. Valle

tamborrero ha dit...

esta noche haré el ejercicio de punset, ya te contaré como es mi cama de dentro de veinte años, me ha gustado tu reflexión, saludos, tambor