Historias del poder


LES CORTES DE MONTSÓ Una mañana de noviembre de 1362, el vizconde de Cardona se va con caballo hacia Montsó, a Aragón. Está preocupado. El rey Pere ha convocado cortes generales y pide dinero para la guerra con Castilla. Con estas cortes se consolida el pactismo, esta manera tan catalana de hacer política, pero también se imponen unos nuevos impuestos: las "generalidades". Un día de noviembre de 1362, un pobre campesino, Guillem Calvet, ve cómo su señor, el vizconde de Cardona, hace camino hacia la villa de Montsó. El rey Pere III ha convocado Corts Generales y eso sólo quiere decir una cosa: que el rey necesita dinero, y muchos, para hacer la guerra contra el rey de Castilla, que invade las tierras del sur de la corona catalanoaragonesa. En el castillo de Montsó, se reúnen con el rey Pere los representantes de la Iglesia, de la nobleza y de los ciudadanos. Y, durante unas cuantas semanas, discuten y negocian. Al final, llegan a un acuerdo. En un acto celebrado en la iglesia de Santa Maria de Montsó, los representantes acceden al donativo pero, en cambio, piden que el rey jure unas leyes más favorables a sus intereses. A este sistema de hacer política, específicamente catalán, se lo ha conocido como "pactismo". El vizconde de Cardona vuelve a casa visiblemente satisfecho. El rey le subirá la categoría y, en el futuro, se convertirá en el primer conde de Cardona. Pero para Guillem Calvet, el campesino, la vida no mejorará. Para él, la consecuencia de aquellas Corts es que tendrá que pagar impuestos para entrar las mercancías a la villa. Estos impuestos se llamarán "generalidades" y de la institución encargada de recaudarlos, Diputación del General y, más adelante, Generalitat.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Molt bé, molt bé, molt bé. Molt clar. Sí senyor.