Ser débil como la boca herida de Neruda
A veces siento en mis manos un corazón rebelde
Herido por la lluvia que traspasa los cristales

Me pregunto cuando veo el dolor en tus ojos silenciosos
Quien se encargará de los desarreglos de tu vida

Somos angustia nos queda poco tiempo
Golpeamos una y otra vez sobre nuestro nombre sin reconocerle
El dolor en unos ojos negros es como el recuerdo de los perdedores

He bajado tantas veces a la calle
Los gritos siempre increpaban a los rebeldes
Yo miraba las banderas rojas y las rojas y negras
Como quien mira la esperanza

Hoy recorde tus pasos sólidos en ayer
Estabas sola
Los buenos se habían reunido para devorar sangre humana
autor: Iván

1 comentari:

Anònim ha dit...

Una mica trist, una mica desolat però bonic.

Bon dia.