Volver...

Vuelve, y al volver debuta en Barcelona. Vuelve a la ciudad que lo aplaudió, que le vio triunfar, que lo admiró. Pero también vuelve a una ciudad en la que hoy, se intenta imponer un rechazo total a una fiesta para muchos, indigna. Puede que SÍ , puede que NO. Puede que cómo en muchos casos pasa, volver, no sea lo más adecuado para el recuerdo, para los que admiramos y recordamos a un torero que no sólo era torero. Porque si solo fuese torero, no nos preocuparía que volviera. Pero que ÉL vuelva significa que muchos volvamos. Muchos y muchas que tenemos claro que la fiesta sólo la dignifica quien en la vida y en el la plaza, viste de purísima y oro. Y esto se mire desde donde se mire, siempre significa un gran riesgo.