Parece haber un conjuro para hablar sobre los retos. Parece que los astros se han reunido para confabularse en contra de los obstáculos , de los desfallecimientos, de las inocencias. Aquí, allá, en papel o en una pantalla aparecen profetas de la palabra que podrían parecer los visionarios de nuestro tiempo y nos lanzan un mensaje que repica en la cabeza tal como si esta descansara bajo el umbral de una campana: Haz el esfuerzo, crea algo, pon pasión en tu trabajo, siente como te desgarra un dolor o como estalla tu alma por una alegría. Sé auténtico, no desfallezcas, no des paso al tedio, da, pide, sueña...
Todos me repican como misiones o quizá solo son deseos. Todos, me parecen dogmas o tan solo son desahogos. Parece como si nos faltara o hubiéramos perdido la capacidad en nosotros mismos de experimentar sin ayuda ajena todo esto que nos quieren traspasar algunos distinguidos con el don de la palabra y señalados con el derecho de mostrarla tal cual maestros de la verdad o doctores en ser. No sé, pero me inquieta de igual manera una vaticinio optimista que un desesperado presagio . Parece como si todos ellos, hubieran olvidado una realidad que no deberíamos despistar a no ser que nos detenga a la fuerza una cruel enfermedad del olvidarse de quien soy yo y todo lo demás, una evidencia desde donde se puede zarpar hacía el resto : la insignificancia
2 comentaris:
Hummm,interesante comentario con el cual estoy muy de acuerdo. Si uno desfallece agradece una mano amiga que le ayude a levantarse , sí sí. Otra cosa es el índice que imperativo te dice: pa alla.
Pa alla, vas tú. Que yo voy donde me da la gana.
ays, no lo puedo evitar.
Sí, sí. Estoy contento, y con tanta casualidad mucho más.
Bon dia.
Bon día, espero que duri
rosa
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