Reconozco el atrevimiento por mi parte porque no soy analista política, pero observo desde hace mucho tiempo más que participo en el mundo que rodea la política, así que puede que siga sin entender de política pero al menos creo enterarme de ciertas tendencias que gobiernan en nuestra sociedad antes de qué estas se manifiesten o como en el caso de ayer, silencien su voz para decir con voz clara y contundente algo asi como: ¡No! Y Como vivo y observo en Catalunya, hablaré del único abandono que reconozco, el catalán.
Pujol, Jordi, se fue hace años y con él se llevo un género en el arte de hacer política, muchas veces sin escrúpulos de ningún tipo porque Pujol era la política encarnada en hombre. Y la política era a Pujol como el zapato de cristal a Cenicienta. No había nada en éste Caballero político, absolutamente nada que hiciera sospechar una infidelidad hacia su eterna amante, Catalunya. Y a esta sociedad le gustan las historias de lealtad, a ésta sociedad le gustan las historias de Princesas, Dragones y Caballeros, aunque sea a costa de que en nombre del mismo amor el ferviente Caballero a lomo de su caballo destruya con pasión pero sin compasión a todo rival que pudiera arrebatarle el deleite y la satisfacción de serlo después de él mismo,por muy digno que éste fuera para suplirle. Pero este comportamiento quizá novelesco y estoico pero también castrante y fatuo, tiene un coste cuando el amante se esfuma: Deja viuda a la amante y suspendida para siempre a vivir la pasión en la memoria pero nunca más en la situación. Pujol, hizo escuela, hizo discípulos pero no los formo lo suficiente para ser maestros. A Catalunya se le pueden pasar por alto muchas referencias, muchos intereses ocultos, puede ser generosa, egoísta,ignorante, afable, puede ser incluso cruel , pero nunca se convertirá en la ex-amante desmemoriada, antes se hundirá en el olvido, en el silencio y se irá transformando en una eterna contempladora del amor eterno encarnado en otros , otros, que en nada se le parecen, en nada convienen, en nada se complementan pero que parecen reflejar la idea de imaginar el amor tal y como ella lo sintió y vivió una vez. Catalunya parece muerta ahí dormida esperando un beso. Quizá espera a otro amante y no resucitará hasta el día que todos los amantes que la cortejan hayan entendido la idea que la princesa tiene del amor, una idea que no es más que la de entregarse únicamente a un maestro en el arte de amar. Antes, escogerá ser la bella durmiente que concederse a la mediocridad de unos alumnos eruditos pero poco ejercitados.
Quizá murió para siempre la idea, el amante y la princesa
4 comentaris:
Collons, ara resulta que ets pujolista. Mare de Deu, senyor¡ ara si que mhas deixat bocabadat. El Pujol tenia una idea de Catalunya molt particular, era seva i de ningu més, i així actuava i mentrestant el famos diferencial sanava evaporant.
Et prego tornis a llegir poc a poc. Merci:)
bon día
Ho tornaré a llegir, poc a poc.
Muy monzoniano... bon dia!!!
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