No voto


¿A alguien le importa mi voto? Yo diría que solo me importa a mi, pero teniendo en cuenta que mi voto sumado al de mi vecino de arriba, al de mi vecina de abajo y al de los vecinos del primero segunda, situará a uno de los 6 candidatos en el Ayuntamiento cuatro años más, quizá si importe que lo dé o a quien lo de ; algo debe importar cuando se están esforzando tanto en explicarme sus particulares desvaríos para una ciudad que ya ha despertado al caos. ¡Lástima de mi ciudad! Y que nadie interprete éste mi como un sentimiento de posesión, sino más bien como un sentir de lealtad entre mi ciudad y yo, o viceversa. Hasta no hace mucho, pasear por Barcelona era un placer, era sentir su idiosincrasia a flor de piel, era sentir un orgullo indescifrable hacia un no se qué impalpable. Pasear por su Passeig de Gràcia una mañana laborable y descender por Las Ramblas hasta llegar al puerto era un exquisito bocado a bajo coste. Sentarse la misma mañana en una de sus terrazas y ser correctamente atendido era posible Ahora, no. Ahora pasear, sigue siendo posible pero has de sortear cuerpos de miles de curiosos llegados de distintos lugares de la geografía y unirte a paso lento a una procesión que va hacia aquí o hacia allá muchas veces sin detenerse en lo más encantador de ésta ciudad que crece en visitas, maltratos, ingresos y residentes pero no en kilómetros cuadrados mientras parece asfixiarse lentamente entre dicha multitud.

Cada uno de los candidatos tiene varios proyectos para ella, para engalanar su reducido espacio con más ambiciosos proyectos que atraigan a más turistas aún o para arrebatarle algunas menudencias que la han convertido en lo que es. Unos, sueñan con un nuevo zoológico que mire y toque al mar, otros, prefieren soñar con un recorrido verde que enlace su zona baja con su zona más alta. Otros,apelan al más barato populismo y la imaginan con más bicicletas, más pies que caminen y más metros que la asistan pero siguen olvidando explicar cómo pretenden conseguirlo. Y ninguno la sueña tal y como era cinco o seis años atrás. Ninguno renuncia a estos nuevos y atractivos ingresos ni aceptaría a hacerlo, ninguno quiere situarla donde ya había estado y la hacía distinguida entre las más grandes y espléndida entre las pequeñas. Aún no he oído plantear una solución clara y valiente ante la avalancha indiscriminada y cruel que sufre de visitantes atraídos por coloridos folletos y ofertas de todo tipo. Barcelona no quiere crecer más, pero la entregan rendida para alargar o ensancharla sin piedad, para embutir o vaciarle su esencia y ofrecer su encanto a unos pocos que llegaron no hace mucho cargados de euros dispuestos a hacerla suya completamente a cambio de situarla en la lista de honor que no es más que una manera de entregarla a los poderosos. ¡ Lástima de mi ciudad! Nadie te ha escuchado ni ha atendido tus súplicas. No votaré a nadie porque entre los candidatos no hay ninguno que te merezca: Todos son conocidos, y todos te han vendido.

2 comentaris:

Unknown ha dit...

Qué bonita Barcelona, pero que ascazo todos los extranjeros que venimos a estropearla... ;)

Yo tp voy a votar, que me tienen un poco cansado con tanta mierda...

rosa ha dit...

hombre, ensuciar,ensuciáis, pero mira...A los que aprenden català e ingresan en la Caixa, se les perdona todo, todo, todo ;)