Tomar partido

éste texto de Gramsci, me lo ha mandado Iván porque le gusta. Creo que se trata de Antonio Gramsci, natural de Cerdeña (1891-1937) teórico marxista que además de político fue filósofo y pedagogo

Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y partisano. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son bellaquería, no vida. Por eso odio a los indiferentes .La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente. Algunos lloriquean piadosamente, otros blasfeman obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: ¿si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, habría pasado lo que ha pasado? Odio a los indiferentes también por esto: porque me fastidia su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos: cómo han acometido la tarea que la vida les ha puesto y les pone diariamente, qué han hecho, y especialmente, qué no han hecho. Y me siento en el derecho de ser inexorable y en la obligación de no derrochar mi piedad, de no compartir con ellos mis lágrimas. Soy partidista, estoy vivo, siento ya en la conciencia de los de mi parte el pulso de la actividad de la ciudad futura que los de mi parte están construyendo. Y en ella, la cadena social no gravita sobre unos pocos; nada de cuanto en ella sucede es por acaso, ni producto de la fatalidad, sino obra inteligente de los ciudadanos. Nadie en ella está mirando desde la ventana el sacrificio y la sangría de los pocos. Vivo, soy partidista. Por eso odio a quien no toma partido, odio a los indiferente

6 comentaris:

Anònim ha dit...

Textos como este siempre me recuerdan , entre otras cosas, a personas como Simón Sánchez Montero que pasó más de 20 años de su vida en las carceles franquistas. Una persona que tomo partido y entrego su vida por sus ideales, y asi contribuyo a traernos la democracia que hoy vivimos, por lo demas muy imperfecta. Por que alguien ha pensado donde iran a vivir las personas con sueldos bajos cuando se les termine el soporte familiar?,por ejemplo. En cambio otros comunistas, que tambien tomaron partido , bien que les ha ido con tot plegat. Los vemos de conselleris , en alcaldias y hasta algunos bien que se han reubicado y han cambiado de partido.Unos cuantos en el PP, por cierto.

Bon dia

Anònim ha dit...

Y bueno no me hable de tomar partido, señora. Que al final siempre termina tomando el partido de uno mismo, que eso del altruismo, la generosidad, la solidaridad, la magnanimidad se acabó. Eso lo mataron el individualismo y los oportunistas. Deme usted un ideal por el que luchar y luchare por él, pero no me hable de ideales que se volatilizan cuando crees que los han alcanzado, cuando más los necesitas.Que se vean.

Bon dia, un altre cop

Anònim ha dit...

error.

falta uno

Que al final UNO siempre termina tomando el partido de uno mismo

Anònim ha dit...

ya termino

Hace años lei una entrevista en El Pais a un cientifico español atipico, descreido y probablemente anarquista, creo recordar. Decia que a principios de los 90 habia conocido a un politico yugoslavo y socialista, y que se lo habia vuelto a encontrar a finales de los 90, y era croata y conservador. Apostillaba, Las ideas cambian las personas no.

Que tinguis molta sort, no dubto que no la necessites. Bon dia. Bon any.

lluís

Anònim ha dit...

yo creo que las personas también cambiamos, aunque solo sea por narices.

la sort, fa falta cada dia. Gràcies

Anònim ha dit...

Narices tenemos todos, no solo unos cuantos.

De res