Ventana sobre la historia universal
Hubo una vez que fue la primera vez, y entonces el bicho humano se alzó y sus cuatro patas se convirtieron en dos brazos y dos piernas, y gracias a las piernas los brazos fueron libres y pudieron hacer casa mejor que la copa de un árbol o la cueva de paso. Y habiéndose erguido, la mujer y el hombre descubrieron que se puede hacer el amor cara a cara y boca a boca, y conocieron la alegría de mirarse a los ojos durante el abrazo de sus brazos y el nudo de sus piernas.
Ventana sobre la memoria (III)
Quien nombra, llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando.
Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo mientras noo muera la palabra que llamando, llameando, lo trae.
Ventana sobre una mujer (III)
Nadie podrá matar aquel tiempo, nadie nunca podrá: ni siquiera nosotros. Digo: mientras estés, donde estés, o mientras esté yo.
Dice el almanaque que el aquel tiempo, aquel tiempo, ya no es; pero esta noche mi cuerpo desnudo te está transpirando.
Eduardo Galeano. Del libro “Las palabras andantes”. (y enviado por Iván)
3 comentaris:
Dejo constancia que he leido y ademas, añado, me ha gustado.
Bon dia
gràcies home !
De res, dona¡
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