Resulta que la culpa de que muchas mujeres acaben asesinadas en manos de sus parejas, no es culpa de mentes enfermas. La culpa de que muchas mujeres cobren por el mismo trabajo que realizan hombres, bastante menos, ya no es responsabilidad de los empresarios. La razón por la que muchas mujeres son despedidas al quedarse embarazadas o, directamente, ya no son contratadas, no es por culpa de directivos acomplejados y llenos de prejuicios o de una SS sin imaginación. La culpa de estas muertes no es de unos hombres con una autoestima por lo suelos y cargados de odio y resentimiento. Ahora, ahora resulta que la culpa de que existan en el siglo XXI aún todos estas diferencias, frustraciones y actos violentos, es de algunas campañas publicitarias. “Destapa-la. Es tota teva” y un rostro de mujer de aspecto andrógeno con labios y parpados pintados de verde chillón, ha sido motivo de censura, de polémica y de retirada por no sabría bien como definir..., si de un colectivo exaltado, o el puro oportunismo de unos pocos que siempre asoman la nariz allá donde huele sin importarles si lo que asoma es tufo o perfume . En fin, mientras esta campaña publicitaria pretendía insinuarnos a Lleida como una tierra digna y por descubrir, tierra la cual, siempre ha estado tapada por una gruesa frazada que ya iba siendo hora de retirar, unos han visto antes la peca que la chispa en esta frase y la imagen que la acompaña. Pues miren, son ustedes precisamente, los que alzan sus escandalosas voces por memeces asi, son ustedes los responsables de que otros no tomen en serio un trabajo muy serio. Ellas, hartas ya de estar hartas siguen intentándolo y ustedes solo hacen de coro desafinado. Mientras centenares de hombres y mujeres luchan de verdad por ensalzar su dignidad como seres humanos, van ustedes con sus estreñeces a embozar aun más el caño. Precisamente, es por culpa de sus convulsivos aullidos que todo un colectivo que trabaja duro, en condiciones complicadas, es tomado a chirigota , es por culpa de su delicada piel que otras deben tener pieles de búfalas para soportar que las llamen imbéciles o mal folladas mientras están muy ocupadas en su tarea y su causa. Causa que casi siempre va mucho más allá de los fogones de su cocina o de la reducida corte de cuatro amigos compinches: cuadrilla de snobs requete-mimados por la vida.
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