Gestos

Este viernes pasado, me proponía a hablar de los gestos y se me resistía el tema. Escribía, borraba, escribía y nada hasta que decidí abandonar y mirar algo en la red referente a los gestos. Antes pero, me anime a encender el Messenger, cosa que en los últimos meses hago muy poco y me tropecé con una sorpresa acompañada de un gesto, breve, nada convencional, como siempre, pero un bonito gesto al fin y al cabo, un gesto, un guiño que llega de tarde en tarde, de mes en mes, de seis a siete ó de siete a ocho, pero significa algo aunque que lo que simboliza cueste entenderlo y no salga a cuenta explicarlo más de lo que ya esta explicado. Como es natural, poca cosa encontré de los gestos a los que me refería en google, pero topé con mucho material sobre los otros gestos, sobre el lenguaje de los gestos. Nada tenía que ver con lo que quería escribir pero me entretuve y puse al corriente leyendo, que por mis gestos soy una persona segura (dicen mis pulgares que sobresalen alguna vez del bolsillo donde escondo mis manos, o mis manos abiertas tocándose los dedos alguna vez mientras escucho una conversación, o mis ojos fijándose en otros ojos) Un tanto desconfiada ( dicen mis frecuentes cruces de brazos) Y cuando fumo, echo el humo hacia arriba, cosa que según estos manuales de gesticulación, también indica seguridad y dominación. (Puedes ir pensando en tus gestos, explican cosas múltiples sobre nosotros). En fin, no eran esos gestos a los que intentaba referirme, porque yo cuando fumo y echo el humo hacia arriba lo hago para que mi interlocutor no se trague mi humo. A eso yo le llamo consideración, no dominio ni confianza. Así que podríamos dudar de estas teorías como dudamos de cualquier cosa que etiquete el alma, el carácter o nuestras ideas. Quería hablar de los gestos que indican que pensamos o estamos cerca de una determinada persona o que nos indica que ella está cerca de nosotros. No hace falta ser un especialista en gestos para hacerlos ni para detectarlos cuando los recibimos, pero si necesitamos tiempo, mucho tiempo para saber, para darnos cuenta de que si durante mucho, mucho tiempo no hay ningún gesto, es que realmente hemos dejado de interesar a aquella persona de la que esperábamos algún gesto que otro y con éste nos manifestaba que estaba allí, quizá no de la manera que quisiéramos, de la manera que nos gustaría, pero está… Esos son los gestos de los que pretendía escribir, esos son los gestos que me interesan, de esos gestos me sostengo y de ellos intento alimentar a las personas que amo. Y si no los hay, tampoco hay que darle más vueltas, si no llegan, es que algo se acabó