Pues no lo sé, pero seguramente será una buena película y compensará el costo y el desplazamiento después de un verano pasado por agua en cuestión de cine. El cine, es de las pocas cosas que me siguen interesando porque muchas veces, hablan de la realidad mejor que lo hace la misma realidad y están los actores, personas que interpretan un personaje con pasión y dedicación, mucho más seguramente que en su real vida. Ya se sabe. Y no, no es lo mismo ver una buena película en casa que en la gran pantalla, en casa, se han de ver la películas mediocres o las que se nos pasaron por alto. ¿Para que existen los cines, si no? Y de esta manera seguimos alimentando entre todos, una industria, un arte, el séptimo dicen. Quizá el único que queda asequible y conseguible. Sería un desastre que desaparecieran los cines por falta de público. Bueno, están los libros pero con tanto autor, es complicado elegir. Además, leyendo, nunca estás seguro de que nadie te vaya a interrumpir la lectura justo en el momento más interesante. En el cine, solo interrunpen los que llegan tarde, y no son muchos. En el cine, hay silencio, hay oscuridad, hay atención compartida. Hay complicidad, aunque solo sea una hora y media de complicidad.
En el valle de Elah In the valley of Elah es un thriller, un alegato contra la guerra, un retrato amargo de la humanidad depreciada, y un artefacto hipnótico. Cine puro, sin trampas formales.
"Cuando un hombre no vale nada, nada vale nada y todo es posible; ésa es la lección de Auschwitz." (el País)
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