Ninguna letra con sangre entra pero puede colarse por otras vías y nunca sabremos porqué ni cuando despabila el milagro. No nos hacen falta los políticos, rotundamente no. Ellos, solo nos ofrecen una interpretación aproximada a su idea de la realidad que les proporcionan algunos expertos mercenarios de sus empresas. La realidad, sin embargo, es muy tozuda y siempre acaba emergiendo a pesar de haberla esquivado. Ni los políticos pueden prescindir de esta obstinada dama. Els Manel han irrumpido en un mundo maltratado de realidad y falto de amor propio y lo han hecho con ilusión y sin otra pretensión, imagino. Caly nos ha dedicado a los catalanes una bella canción de este grupo que pocos entienden pero desearan comprender. De momento, les suena bien, fantásticamente bien, podría decirse. A veces, los fenómenos son tan poderosos que exceden cualquier discurso. Entender, a veces, solo depende del amor que desprende quien se expresa.
En justa correspondencia a su detalle, ahí va otro de sus grandes temas: Al mar (y traducido)