El caso del caso...

Se me ocurren varias noticias por comentar, pero no soy periodista y además, los periódicos ya lo hacen. No quiero utilizar éste blogg para repetir noticias ni decir lo que ya se ha dicho. En vez de repetir y comentar la actualidad, me limitaré a expresar lo que me sugiere ésta. Y es que tengo la sensación que los ciudadanos, están llegando a un punto que me parece curioso, cuanto menos. Otros, opinan que peligroso, desde mi punto de vista, de momento solo observo con mucha curiosidad como distintas personas están reaccionando a distintos acontecimientos que afectan sus vidas cotidianas, porque ante las que no les afectan, no reaccionan. Simplemente como yo, observan o las resisten.

En un pueblo de ésta España ya maduramente demócrata, unos vecinos han decidido quemar la casa de uno de sus vecinos que les amargaba la existencia y que en estos momentos está a punto de terminar su corta condena . Ahora, casi todas lo son. Les han entrevistado y no se esconden de reconocer su delito contra la propiedad ajena de un individuo que no les es grato. Y lo que me despierta curiosidad, no es que les afecte negativamente la presencia de un vecino que les disturbia su relativa paz cotidiana, no. Ni tampoco me sorprende que existan personajes que campan libremente por el mundo "chuleándose" al personal con toda tranquilidad. Lo que me sorprende, es la unidad que empieza a haber entre personas afínes a una misma situación, aunque sea para librarse de alguién a fuerza de mecherazo. Lo que se me ocurre, es que hay personas que ya empiezan a estar muy hartas de escuchar lo que se debe o no debe hacer cuando los que deberían hacer algo, se cruzan de manos no se sabe muy bien y por qué. Unos, porque no saben ni sabrán hacer jamás las cosas bien, otros, porque piensan que hacerlas bien, es complicarse la vida innecesariamente. Total, que si estos y otros vecinos se unen ante la justicia para efrentarse a una acusación o se unen para atajar un problema que ni la justicia ni los cuerpos de seguridad les solucionan, es que algo nuevo, malo o bueno no lo sé, está sucediendo. Por mi parte, nada que objetar. Solo que me gustaría que los responsables políticos de cada comunidad donde se suceden éstos y otros miles de problemas sin resolver, tuvieran la decencia al menos, de tragarse sus demagógicos comentarios y empezaran a darse cuenta de lo qué son y de para qué están: funcionarios del Estado al servicio de éste. Nada más y nada menos...