Reflexionando sobre mis propias visiones, sobre mis fantasmas que a veces interrumpen mi descanso o mi tranquilidad, he enlazado mi reflexión con lo que a veces me dice Iván sobre el sentimiento de culpa, que según él, viene de la educación cristiana y se apoya en la necesidad de estar siempre excusándonos en pretextos que sostienen nuestros actos o , nuestros no actos. No sé si tiene que ver o no con la educación cristiana, no sé si tendrá que ver o no con la necesidad de estar siempre justificando lo que nos place, lo que nos gustaría o nuestros deseos ocultos o inconfesables, y tampoco sé si mal diciendo al pecado, renegando de la culpa y cargándonos a todo profeta vivo o muerto que se nos tropiece alivia nuestro estado. Lo único que sé es que los fantasmas existen, sé que nos visitan al cerrar la pequeña lámpara de nuestra mesita de noche. Sé que nos visitan cuando creemos estar de vacaciones y nos enfrentamos a personas que trabajan lejos de sus hijos y por miserables sueldos. Sé que aperecen cuando menos lo esperamos y que nos presiguen cuando nuestros brazos, manos, nuestras piernas y nuestra mente creen por fín reposar. Sé que tiene caras exrañas, que aparecen con rostros feos y deformados que nunca hemos visto antes. Sé que hemos de callarlos la mayoría de las veces porque no son como una lipotímia o un infarto y alteran más la tranquilidad de los que nos rodean porque dan miedo y dan miedo y no matan, pero tampoco se curan con pastillas y reposo y si alguien sabe la medicina que los aisla y destruye, no se atreve a exponerla porque debe ser aún a día de hoy, más terrorífica que los propios fantasmas o visiones. Y también sé que hay cristianos que cambian sus cristiandad por la dolce vita de lunes a viernes y se curan cada Domingo en la misa de diez después de haber comulgado a Cristo. Y amén. Y sé que que es complicado ser coherente con nuestros pensamietos y nuestros actos, o no actos, y dormir en paz, sin fantasmas, sin visiones extrañas que vienen de visita cada vez que apagamos la luz.

1 comentari:

Unknown ha dit...

Para dormir bien: trabajar mucho y duro durante el día. Así ya verás como por la noche te quedas frita antes de que aparezcan los fantasmas ;)

PD: al sentimiento de culpa si hay que buscarle un precedente en las religiones occidentales, entonces hay que remontarse al judaísmo: Kierkegaard, Freud, Russell... todos coinciden en remarcar la culpa como una de las patas en las que se vertebró la nación hebrea.