Vivir en vacaciones es, vivir sin prisa, sin agobios, intentando incorporar al día algo nuevo, o al menos algo visto o vivido de una manera diferente. Vivir en vacaciones es, saborear el café, poder robar al día un poquito de tiempo para leer aquello que te interesa, para pasear por el camino que te llama, para conocer formas, gentes o lugares distintos. Vivir en vacaciones es, procurar no estar enfadado, olvidar las normas y las colas y no dejar que el tiempo te controle. Estar de vacaciones es, a veces, todo lo contrario.Volver a un lugar un poco conocido es reconocer el lugar, y reconocer siempre es interesante. Puedes fijarte en el Bianco Grosso cuando antes solo habías visto a Neptuno y te había interesado el David. Puedes aprender por fín la diferencia entre el expresso a secas o el expresso macciato con late freda. O por fin en San Lorenzo, ves caer alguna estrella en el cielo. Reconociendo un lugar, puedes contemplar sentada en una terraza una breve tormenta o reparar en el ingenioso sistema de refrigeración de ésta en la misma plaza donde la primera vez viste gente y mármol. Puedes aprender que la cúpula del Duomo la sostienen más de tres millones de ladrillos sin más ayuda que la forma en que Brunelleschi ordenó ponerlos. Reconociendo el lugar, te fijas en el camarero de más de cincuenta que sirve más mesas que los dos de veinticinco juntos, o puedes entretenerte hablando de lo bonita que es Barcelona con una dependienta. Si reconoces ya el lugar, puedes perderte entre las calles que a casi nadie interesan o en los detalles que pasaste ayer por alto. Reconociendo y paseando por el mismo lugar, pasas de la pizza y pruebas los raviolis al pomodoro, te olvidas del tiramisú y saboreas el capuccino con nata. Si reconoces un poco el lugar, te olvidas de Mónaco y te centras en las empinadas y estrechas calles de la petite Villefranche y mientras caminas por ellas ves al frutero en su minúscula parada, al que viene de pescar vendiendo sus merluzas y a los viejos de pueblo sentados a la sombra de una enorme magnolia. Y puestos a reconocer, a la vuelta reconoces que llegar a casa será durante los próximos días como vivir en vacaciones.
1 comentari:
Qué bien vives, princesita pequeño burguesa... o petite burguesa en vacaciones...
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