Como era imaginable, como hubieran sabido pronosticar nuestros abuelos, sigue lloviendo y sigue subiendo el nivel de nuestras reservas de agua. Hemos pasado en menos de un mes del apocalíptico 20% al campante 40%. El pantano de Baells, luce de nuevo con esta bendita agua de Abril y Mayo . Ya no hay que preocuparse a corto plazo porque nuestras plantas y gansos acaben muertos de sed y, ahora, la preocupación reside en las soluciones que estaban a punto y bien atadas: El friqui-trasvase y los barcos de la Provenza que van llegando puntualmente. Y a estas, se añaden las inquietudes de algunos turoperadores, que dicen, notar el temor de algunos turistas que han renunciado a venir hasta Barcelona. ¡No será verdad!
La primera, era una hostil medida, y un elevado canon para una situación de emergencia que a la larga no era solución pero que algunos siguen defendiendo porque están comprometidos hasta el moño en ella. Lo segundo, aunque caro también, al menos mostraba la evidencia de que en una ciudad pequeña pueden haber grandes recursos si hay mentes diligentemente previsoras y además, sin necesidad de caer en lo ridículo que es proyectar mezquinos reproches a posteriori. Lo tercero, no me importa en absoluto(no es que odie al turismo, no me gusta que Barcelona esté de moda). Nunca como ahora había visto tanta certeza en aquello de que somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios, porque la de burradas que se han llegado a escuchar en los distintos medios, acabaría con la paciencia de cualquier cumulonimbo hasta hacerlo estallar de aburrimiento justo encima de la cabeza de los mentecatos que las han soltado hasta ahogar su seco espíritu. Y aún así, todos, quiero suponer, celebramos la lluvia que ha caído, cae y caerá sin excepción, pero nadie como los barceloneses experimentan a diario el placer ver caer esta lluvia que fluye rítmica y tenazmente sobre toda la ciudad y sobre todo el territorio catalán porque era algo que no sucedía de manera tan evidente hacía muchas primaveras. Y me alegro por las ocas de Pedralbes y por las de la Ribera. Me alegro porque no tendré que usar este verano mi manguera a escondidas y de noche ,como si fuera una vulgar raptora, y me alegro, igualmente, por aquello de no necesitar de quien no quiere dar y lo que da lo considera, sisado. Aunque espero ahora, una propuesta seria que se realice al fin y que ahorre a todos la vergüenza de hacernos pasar de nuevo por éste mal trago, que aunque sea de agua, intoxica hasta al mas acostumbrado sentir.

2 comentaris:

Gallium ha dit...

"como hubieran sabido pronosticar nuestros abuelos, sigue lloviendo y sigue subiendo el nivel de nuestras reservas de agua"

Ummmmm. A cuento de estas palabras tan adecuadamente puestas por tu parte, hay un viejo refrán castellano que dice: "cuando Marzo mayea, Mayo marcea". Una vez más se cumplen las enseñanzas del sabio refranero. Espero que estés disfrutando de las "marzás", incluso ahora tan entrada la primavera. Feliz constipado. ;)

rosa ha dit...

Si. Hoy, por fin hace sol. El tiempo da una tregua a todos, y especialmente a los arrozales del Delta que ahora estan asustados por exceso. Lo dijo Raimon hace años en una de sus canciones: "Al meu país la pluja no sap ploure". Si encima, no hay nadie que confíe en nadie, malament ;(

Bon dia !