Los santuarios

Me gustaría hablar, un poco, sobre los santuarios particulares. Lo haré desde el punto de vista que yo entiendo por santuario particular. Para mí, un santuario particular, es, un lugar donde puedes velarte sin ser molestado ni interrumpido por algo que no sea inaplazable. Un lugar, grande, pequeño o mediano, donde otros, o los que viven contigo, saben que no deberían acceder aunque puedan hacerlo porque no hay candados que lo afiancen e, incluso, en el que pueden llegar a sacar sus propias conclusiones sobre éste. Un santuario particular, es como la casa de uno dentro la misma casa que, al mismo tiempo, es de otros. Un santuario particular, es el lugar donde por fin hallamos nuestro tiempo en otro espacio muy distinto en el que nos movemos el resto del día. No hay santuario particular si no hay intimidad plena. No hay santuario particular sin respeto, y tampoco puede haberlo sin confianza. Una intimidad que es efímera pero necesaria. Un respeto que no ha de solicitarse pero se acaricia y siente. Una confianza que no se compra ni se vende, pero se da y se recibe creyendo en nuestro instinto y amando nuestras propiedades emocionales de tal forma que seamos capaces de comprender y honestar las ajenas. Un santuario particular, es un lugar donde puedes imaginar cualquier cosa y dejarte llevar sin cometer ningún delito que no sea perder tu propio tiempo e invertirlo en cosas, banales o no, que escojas libremente. Para que exista este santuario particular, antes, debe haber un santuario interior mental que nos incite a buscar el físico. A veces, es bastante complicado hacerlo y el santuario particular mental, cede ante la imposibilidad de ajustarse a un orden que no es el preferido pero en el que no queda otro remedio que adaptarse, pero siempre bajo la esperanza de recuperarlo. En ocasiones, nuestro santuario particular, se ve violentado temporalmente, con lo que el mental también se verá traspuesto de alguna manera. Esto sucede cuando hay personas alrededor que se obstinan más en las cosas ajenas que en las propias. Sucede, también, cuando la desconfianza de alguien supera el límite e invade el de la nuestra. Sucede cuando las sospechas ganan a las realidades y se convierten en afirmaciones y en el estandarte, el cual, además, hay que extender y predicar para que pueda desarrollarse. O sucede cuando sencillamente, es imposible encontrar un lugar donde ubicarlo en el espacio físico de nuestra vida y hay que esperar para hallarlo, nuevamente. Cuando un santuario particular es preso de cualquier circunstancia como las que acabo de relatar, es cuando hay que inhalar más insondablemente y resguardarlo de cualquier perversa intromisión. Incluso cerrarlo a cal y canto, si es necesario. Ya habrá tiempo, siempre lo hay, para volver a abrirlo y dejar entrar en él, solo a quien nos apetezca y le apetezca. Solo a quién entienda de qué se trata y lo que se cuece en éste. Un santuario particular, es todo lo que hace falta para sentirse libre cuando la realidad oprime de alguna forma. Es todo cuanto necesita un ser humano para sobrevivir de sus fantasmas y del de los demás. Un santuario particular, es como un buen medicamento sin química ni efectos secundarios que nos cura lentamente de todo lo que nos aqueja y no cuesta dinero. Como máximo, no dejará que lo ganemos. Recomiendo un santuario particular donde pueda crecer la imaginación y los malos hálitos evolucionen en generosos querubines que nos guarden y eleven transitoriamente. Si no lo encuentras, sigue buscándolo, seguramente, está muy cerca y dispuesto solo para ti.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

..A mi santuario particular le llamo bosque. Cuando en alguna conversación me refiero al bosque ,siempre metaforicamente hablando, me refiero expresamente al espacio al que tu llamas "santuario", algunos piensan que vivo "físicamente" en el bosque..jejeje, a mí me hace gracia y no hago nada para sacarles de su error ,total, para que..si ellos no "imaginan" no voy a hacerlo yo por ellos...

Un beso.-

Beatriz.

rosa ha dit...

Creo, que si imaginan, pero otras cosas ;)

gracias por la visita.Un beso

bon dia