El Palau y Serrat


En 1908 se inauguró el Palau. Se celebran, pues, una serie de recitales y actuaciones que conmemoran los cien años de la obra Domènech i Montaner i que incluyen dos únicos recitales de Serrat, del Joan Manel Serrat cantando un repertorio en catalán que muchos añorábamos y habíamos dejado de suspirar hace bastante tiempo. Aunque mal posicionada, asistí ayer y lo hice con una entrada que se adquirió el mismísimo día que salieron a la venta y me he ubicado en la galería d’orga (de órgano) con lo que, exceptuando las dos veces que se ha girado para saludar a los que estábamos sentados allí, no he podido apreciar su expresiones al cantar y que dicen mas, a veces, que sus canciones, pero también es verdad, que he tenido la oportunidad de descubrirlo desde otra perspectiva, relativamente inferior, que me ha dejado observar al mismo publico que el contempla mientras interpreta sus canciones. Hacer el Palau, era en los 60-70, un paso al reconocimiento, el paso definitivo. Serrat, lo ha escogido en diversas ocasiones para sus recitales y hoy, ha recordado a cada una de las personas que le acompañaron hasta él . Entre ellos, su principal descubridor y amigo ya fallecido, Salvador Escamilla. El Palau de la Música es y ha sido, desde siempre, uno de mis edificios preferidos, no solo por la belleza que alberga, si no porque tuve la suerte de poder actuar unas cuantas veces en su escenario en mi corta etapa escolar. Cosa que pensándolo ahora, me hace sentir muy privilegiada teniendo en cuenta que la escuela a la que fui los últimos cuatro años, era una colegio catalanista pero muy modesto. Tuve la suerte pues, junto a mis compañeras, de conocer las entrañas del Palau, de oler el aroma de sus camerinos y de sentir entre bambalinas los nervios previos que se cosechan antes de la subida del telón, que no deben estar muy distanciados a los que pueda sentir un Serrat o un Aragall, por muy curtidos que estén en el arte escénico. Joan Manel Serrat, ayer, nos ofreció un buen repertorio, tal vez, no perfecto para algunos que estaban donde estaban por haberse encontrado con unas entradas regaladas por sus fieles amigos, pero si para otros fieles, que como yo, sabemos casi todas las letras de sus canciones y su melodía, mucho más que el calendario de cumpleaños y santos de nuestra familia, y que casi se nos cae un fino hilo de baba cuando en una noche como hoy, las podemos disfrutar cantadas por él y en vivo; aunque sea arrinconados encima del escenario, detrás de él y habiendo pagado, además, un precio razonablemente caro.
Una introducción con, Ella em deixa”, es algo inusual en los recitales del noi del Poble Sec. Esta canción, una de las primeras que Serrat compuso en 1965, estaba ya en el olvido y hoy, curiosamente, la ha utilizado para estrenar concierto, con lo que sospecho algo nada bueno en la vida personal de Serrat, y no es tan solo esta canción la que me hace intuirlo, sino, también, algunos guiños en sus comentarios que extraje de la última entrevista que escuché y vi no hace muchos días, y que entreveían a un Serrat melancólico, un tanto decaído y un pelín dolorido. Ya se verá, aunque tampoco es fácil que su vida personal pase a ser noticia en esta Catalunya discreta, sesuda y tan respetuosa para los amigos de sus amigos.

Bona nit, amics…Veig que ja hi som tots, per fer la xerrada i cantar cançons. Però avui estic trist perquè sense raó, ella se'n va lluny de mi i em deixa molt sol…”
Satisfechos todos, llegan los primeros aplausos porque a pesar de ser una canción triste, también es dulce y encaja con una inevitable merma de voz que a algunos nos importa muy poco…Nosotros, tampoco somos los mismos, y también estamos un poco tristes aunque no sea el momento de manifestarlo, Joan. Y sigue, y lo hace con temas como Canço de Bressol, canción dedicada a su madre y que incluye en casi todos sus recitales. Sigue Serrat, combinando canciones de Mo, entre las clásicas y, justamente, las únicas que defendería de dicho trabajo junto con Perdut en la Ciutat, que no canta: Plou al cor, Fugir de tu, i, Cremant núvols. Dos de ellas, también melancólicas, pero, igualmente íntimas porque los arreglos de Miralles las engrandecen, si cabe.


Patrona dels inactius, Santa Mandra del migdia, protegiu l'amor furtiu, -si així ho vol Déu, així sia-, especialment al juliol quan, reclamant companyia, cremant núvols passa el sol, cremant núvols el sol passa...”


A estas, le siguen algunos poemas que Serrat versionó de J.M.Foix o Papasseit. Bellos poemas que en su voz y música, no puedes olvidar. Me emociona especialmente, És quant dormo que hi veig clar, hacía muchos años que no la cantaba. Versionó bastantes más de Papasseit, pero esta noche escoge una de mis preferidas: Rés no es mesquí. ¡Estoy de suerte!


Res no és mesquí,
ni cap hora és isarda,
ni és fosca la ventura de la nit.
I la rosada és clara
que el sol surt i s'ullprèn
i té delit del bany:
que s'emmiralla el llit de tota cosa feta.

Res no és mesquí,
i tot ric com el vi i la galta colrada.
I l'onada del mar sempre riu,
Primavera d'hivern – Primavera d'estiu.
I tot és Primavera:
i tota fulla, verda eternament.

Res no és mesquí,
perquè els dies no passen;
i no arriba la mort ni si l'heu demanada.
I si l'heu demanada us dissimula un clo
perquè per tornar a néixer necessiteu morir.
I no som mai un plor
sinó un somriure fi
que es dispersa com grills de taronja.

Res no és mesquí,
perquè la cançó canta en cada bri de cosa.
–Avui, demà i ahir
s'esfullarà una rosa:
i a la verge més jove li vindrà llet al pit.

No se olvida, tampoco, de las nunca ausentes como Mica en mica, Sería fantàstic, Ara que tinc vint anys, Temps era temps, Pare, M’en vaig a peu… Faltan muchas, pero no sobra ninguna. Y de nuevo, una insigne sorpresa, Helena.

“Fa dies que no sé quants dies fa. Fa dies que m'estic dient... demà, i espero, i espero, i espero...”


He visto suficientes conciertos de Serrat, para divisar cuando se acerca el final sin mirar el reloj. No hay descansos. Pero hay detalles que he aprendido a leer y que lo anuncian. Aún no ha cantado Paraules d’amor, pero se acerca el momento, y con ella, como casi siempre, su despedida del escenario. Hoy, ha sido la última canción. Aunque no han faltado aplausos ni efusivas muestras de cariño de un público como siempre, entregado, éste, no ha especulado más con su posible generosidad y se ha levantado de sus asientos casi en masa y al mismo tiempo después de Paraules…Resignada ante la evidencia, me levanto de mi arrinconado asiento y me dirijo perezosamente a la salida del Palau donde intento observar a este público, demasiado sometido para mi gusto. El, Serrat, durante una de sus breves intervenciones con una pequeña charla, ha dicho que echaba en falta y mucho, la tolerancia. Pero, ¡caramba!, no se refería a esta tolerancia, diría yo... Un público demasiado sumiso o, puede que no tan vehemente como yo que además, me siento invadida por otra intuición…Y es que éste Serrat que acabo de ver en directo, de espaldas y muy de cerca, creo que voy a tener que evocarlo a través del recuerdo el resto de mi vida. Ojalá me equivoque.