Una noticia que está fechada en la prensa el día 3 de Marzo y no vi ni escuché hasta hoy:
“Nana Mouskouri, renuncia a la pensión que recibe por su antiguo cargo de eurodiputada en solidaridad a los recortes de gasto público que el Gobierno de Grecia está adoptando para afrontar su fuerte endeudamiento”.
http://www.elpais.com/articulo/agenda/Nana/Mouskouri/renuncia/pension/ayudar/grecia/elpepuage/20100303elpepiage_4/Tes
No me extraña que la noticia haya pasado desapercibida para que su gesto sea la alteración de un sistema apolillado en vez del ejemplo a seguir. Es muy probable, que a Nana M., no le haga falta este dinero para poder vivir dignamente, pero, es muy probable, igualmente, que la mayoría de los ex parlamentarios como la mayoría de aristócratas de este país, o de cualquiera, que cobran pensiones vitalicias estén en la misma situación económica que Mourkouri, o mejor, y ni les haya pasado por su conciencia renunciar al sueldo que perciben por haber sido una vez afortunados, astutos, o dignos elegidos para tenerlo. No me cabe duda, que Nana, es sabedora de que renunciar a 16.000 euros anuales, no aportará ni aliviará gran cosa la lesión mientras sea el único, y que si ha decidido mover un dedo para solidarizarse con sus compatriotas, es porque espera que otros beneficiados como ella, se adhieran a esta ejemplar contribución.
Es una lástima que noticias como esta pasen a segundo plano cuando deberían ser portada en todos los medios. Son, las noticias que hacen que sigamos confiando en que no todo está perdido y que aunque tímida y melindrosa, existe una conciencia colectiva que nos mueve a cambiar el rumbo de las cosas que se anquilosan porque nadie es capaz de admitir que están mal ni de señalarlas como injustas.
Si el periodismo de este país, estuviera más atento que dispuesto, sabríamos quienes son las sanguijuelas que lo consumen y donde se encuentran. En cambio, de tan cercanos a ellas que se disponen, acaban entendiéndolas, incluso, en muchos casos, terminan siendo sus aliados y cómplices. La disposición y la ambición de ser uno de ellos, es la que se impone y ahuyenta la voluntad de denunciar lo denunciable o de explicar lo que nadie explica. Para esta disposición, no hay ideales ni banderas, solo codicias, astucias y amiguismos y de momento, nadie con capacidad para estimular la conciencia ciudadana, se resiste a caer en su tentadora malla.
1 comentari:
Bonito gesto sin duda, pero yo apostaría mejor porque esos sueldos fuesen abolidos por ley para todos los politicos, una vez que dejen el cargo. Muchos besos y buenas tardes Mek. Valle.
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