Serrat, casi siempre



(...) Disculpe el señor, se nos llenó de pobres el recibidor y no paran de llegar, desde la retaguardia, por tierra y por mar. Y como el señor dice que salió y tratándose de una urgencia, me han pedido que les indique yo por dónde se va a la despensa, y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá, que mientras estamos hablando llegan más y más pobres y siguen llegando. (...)


(...) Bienaventurados los necios que se arriesgan a prestar consejos
porque serán sabios a costa de los errores ajenos. Bienaventurados los pobres porque saben, con certeza,que no ha de quererles nadie por sus riquezas. Bienaventurados los adictos a emociones fuertes porque corren buenos tiempos para la gente marchosa. Bienaventurados los dueños del poder y la gloria porque pueden informarnos de qué va la cosa. Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino. Bienaventurados los que catan el fracaso
porque reconocerán a sus amigos (...)


En cualquier circunstancia, por lastimosa que sea, encuentra la manera de resistir. Y si te quedan ánimos, planta cara.