EN nombre de la Cosa sin nombre.

artículo de Guillem Martínez. El País. Catalunya 12-01-2012:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/07/12/catalunya/1342118895_272258.html


Puede que alguien lo lea y se quede indiferente por estar muy lejos de los 65, por no tener ni haber tenido un padre o una madre que haya llegado a los 80, o 90, sin haber cotizado y sin un duro de más en la cuenta. O simplemente porque no pueda creerse la “Cosa” de tanta desfachatez que contiene. El caso es que ahí está el artículo, para leerlo, para meditarlo, para pasarlo, para comprobarlo o para negarlo, si cabe. A mi me ha sacudido de cerca. No existen ya como “problema” mi padre y mi madre. Él, cotizó siempre. Ella nunca salvo en la época de guerra, en una fábrica. Los dos, no consiguieron reunir más de 4.000 euros en su cuenta bancaria, ni cuando estaban juntos, ni después. Pudieron los dos, permitirse, al menos, el último despilfarro de su paso por estos lares: Su entierro. Ella, gracias a la pensión que cobró al quedarse viuda (alrededor de 500€), junto a la ayuda económica de los hijos, vivió dignamente hasta morir. Puedo imaginarme como hubiera sido la ultima etapa de su vida si “la cosa” hubiera coincidido con ella. Y la nuestra. También soy capaz de imaginar, porque la he conocido, la situación actual de muchas personas de su quinta, pero sin hijos, o con hijos “ausentes”, o que también dependen de ayudas para sobrevivir. El nombre de la cosa podría ser cualquiera, pero a mi solo se me ocurre uno: Desvergüenza.

2 comentaris:

Gallium ha dit...

Yo lo que no entiendo es por qué hay tantas diferencias en las pensiones. Conozco ex altos cargos que se meten todos los meses más de 6.000€ entre pecho y espalda. "Porque he cotizado mucho más" dirán. Pues si has cotizado mucho más, será porque has ganado muchísimo más. Y si no has sido capaz de ahorrar para tu jubilación con todo lo que has ganado que te den por el culo.

Al morir todos somos iguales, pero lo ideal es que lo fuéramos al menos desde los 67. Ya has vivido a lo grande, con tus lujos y tus vicios, otros han ido sobreviviendo como podían. Ahora que estáis todos jubilados tenéis la misma profesión, ¿por qué tú tienes que ser mucho más que el otro?

Yo apostaría por poner un tope por arriba y que las pensiones mínimas fueran dignas para vivir.

Besos!

Anònim ha dit...

Tienes razón, es bastante triste llegar a esa edad y tener que pasarlas magras después de haber trabajado como un burro. Después de leer este artículo me vinieron a la cabeza todas las personas que se han metido con los derechos de inmigrantes respecto a cobertura de sanidad, etc. Me han venido porque me he discutido con más de uno y de dos. Esto les da más fuerza para seguir pensando como piensan y a mi menos para rebatirles.

Buena idea, propónla. No te harán ni p.caso pero adelante;)

petonets