Mi
amiga Pilar ha estado por aquí unos días. No ha estado en mi
rellano pero mucho más cerca de lo que suele ser costumbre y menos
de lo que había imaginado. Por imaginar había imaginado hacer
muchas cosas juntas, llevarla a lugares que he pisado y que me han
parecido, de algún modo, especiales, y después cada una a su nido,
aunque su nido fuera circunstancial estos días. Los días, las
horas, los propósitos encogen casi siempre y es por ello que casi he renunciado a tenerlos, porque estoy muy habituada a cambiar de planes y a recoger
sobre la marcha lo que queda de ellos. Me he habituado hasta tal
extremo a improvisar que ya no se planificar y me he cuesta hacerlo.
En cualquier caso, como dijo alguien que buscaba consuelo en su falta
de tiempo, cuenta la calidad más que la cantidad y la calidad de las
horas que hemos estado juntas, compartiéndolas con las de otros, ha
sido extrañamente interesante, y ha sumado a lo que ya existía. En
estos instantes estará sobrevolando territorio andaluz y a punto de
poner el pie en su tranquilizadora rutina, como yo, que en
domingo vuelo ante las viejas teclas de este ordenador y
permito que me inunden los más absurdos pensamientos, las más
inútiles ideas para expresarlas desde mi particular percepción.
Ahora caigo que en esta ocasión no ha habido fotos que plasmen este
encuentro. Ocasión desperdiciada porque cuando no queda nada que
decir, que explicar, que ordenar, las imágenes permanecen no solo
para contemplarlas, si no para revivir sin más florituras, aquello
que nos es reciente o que tan lejano queda. No ha habido ninguna
foto más que un par de intentos fracasados debido a la escasa luz
del lugar, un evocador bar de copas en el barrio gótico. Por ello
solicito a las palabras que flotan en la memoria tras otros
enfoques, y otras palabras, prudentes o descaradas, torpes o
atinadas, interesantes o insulsas, cuando no hay imágenes que
expliquen un tiempo en el tiempo de alguien, en el nuestro, en el
nuestro y en el de alguien, en el intento de que cada cual, rememore
las propias.
¡Feliz
aterrizaje y hasta pronto!
2 comentaris:
Muy emotivo y bien expresado. Es una pena que estemos tan distantes todos, a veces no ya físicamente -lo que casi imposibilita conseguir mi objetivo final en la vida- sino también por medio de estos artilugios modernos de ahora, que, como ya sabes, mantienen viva la llama de los imposibles objetivos. Bueno, espero haberte arrancado una sonrisa. Un beso.
Objetivo conseguido! (la sonrisa)
Gracias Franzl;)
rosa
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