Dicen, que hay aprendizajes que nunca se olvidan. Por ejemplo, esquiar, sumar, multiplicar... Tampoco se olvida un baile, o cualquier técnica cultivada un buen día. Pero, la verdad es, que sin practicar cualquier cosa se olvida. Prueba, y verás…Estate un mes sin entrar a uno de tus correos y se te olvidará la contraseña. Prueba a no cocinar en un año y después intenta hacer un cocido. No escribas en días y sentirás como cada vez hay menos cosas que decir, no leas, y verás como cualquier lectura se convierte en espinosa. En fin, solo intento decir que la práctica nos hace sabios (o sabidos) y que la no-práctica, inútiles. Si aplicamos esto a las relaciones humanas, la cosa se complica. Huye de las personas y pasarás al olvido, y aunque te sigan recordando de alguna manera, de muchas más maneras no te recordaran. Las Navidades pues, son un pretexto para no desaparecer y sobre todo, para hacer evidente a quienes apreciamos y queremos en realidad, porque nadie pone un plato en su mesa para un extraño aunque le conozcamos desde hace muchos años. Nadie dedica unas letras a nadie por dedicárselas. Es absurdo intentar desprestigiar una fecha señalada como Navidad. Es absurdo porque no por hacerlo transformaremos nada, porque cualquier forma de rebelarse contra ella es estéril. Se puede pensar que hay personas que hoy, no podrán cenar en su casa porque están lejos de las condiciones que se merecen, lejos, en la cama de un hospital, quizá, conscientes o no, y mejor o peor acompañados. Se puede pnsar, que esta noche habrá alguien mirando a través de una ventana de un hospital y estará acomodando sus emociones para no sufrir demasiado y se convencerá que es un día cualquiera y que las personas que le acompañan, médicos de guardia, enfermeras, personal de la limpieza, asistentes, son hoy su familia, hoy, son su árbol y su belén, su ángel y su regalo. A partir de hoy se dará cuenta, quizás, de lo que realmente tiene valor en su vida y aunque pasen años, haber visto la Navidad desde el otro lado, muy lejos, le hará sentirla más intensamente mañana . Comparto que no hace falta consumir demasiado para celebrar esta fecha; que no cabe hacer algo diferente porque los que nos quieren esperan lo de siempre y que tenemos todo el año para cambiar las cosas que no nos convencen. Así pues, queda claro que no me parece nada significativo el intento de algunas personas para mancillar estas fechas, no es revolucionario y además, es poco comprometido. Porque quien no es capaz de comprometerse en cosas tan simples y sencillas de conseguir, no es capaz de comprometerse con nadie y con nada. Aunque lo sueñe, aunque se sienta en poder de la razón, la razón quedará reducida al silencio sofocado por la no-práctica, y, la no-practica es, olvido.

Bones festes a tothom

3 comentaris:

Gallium ha dit...

Muy buena la reflexión Rosa.

A pesar de mi no-práctica, como prometí, vuelvo.

Felices fiestas.

Anònim ha dit...

Me han emocionado tus palabras porque sé, que salen de tus entrañas, en forma de sentimientos firmes y profundos..Por eso, las comparto en su totalidad contigo.

Un beso y Felices Fiestas para ti y los tuyos.

Las revoluciones tienen otro sentido más preciso....

rosa ha dit...

Gall, Bea, gracias por seguir insistiendo. Bienvenidos una vez más ;)

besos