- No me gusta escribir sobre política. Es un submundo donde puedes hundirte o extraviarte. Si te dejas llevar por la expectativa y la confianza, tendrás muchos motivos para contrariarte. Si desconfías siempre, puedes acabar ahogándote en tu propia estrechez. Últimamente, aparecen opiniones más valientes, diría yo, más sensatas y creíbles. Opiniones que deberían haber estado ahí desde hace 20 años o más. No llegan tarde porque afirmarlo, sería invitarlas a silenciarse otra vez, diré que llegan con bastante retraso. Un vuelo por mucho que se retrase, lo pillas. Has de llegar a tu destino sea como sea y además, has pagado el traslado por adelantado. Pero, puede hacerte perder otro vuelo enlazado, un compromiso o sencillamente, tu tiempo. Y de ellos, provocarte un desastre que tendrás que solucionar como puedas y pensar en cualquier solución menos en responsabilizar a la compañía de vuelo que ha incumplido. Estamos acostumbrándonos a superarnos en un libre albedrío plagado de telas de araña que nos impiden progresar. No es que la autonomía sea mala en esencia, es que llevada al límite, es soberanía y todo lo demás, quedaría reducido a reliquias y a exceso. Después, está la otra postura, la de los que se están acostumbrando a vivir de lleno en la subordinación y no es que ésta sea mala en naturaleza, es que la sumisión llevada al extremo es sospechosa . Y después, está la codicia, que es común a los que han aprendido a ir por libre saltándose algunas normas básicas y a los que se enganchan como lapas a todo lo que pasa si es en su beneficio y en descarga de meritos y esfuerzo. Y para rematar, estamos todos saturados de todo y optamos por no arriesgarnos en dar un paso al frente. Y no es que detenerse sea negativo, en principio, es que una vez detenidos, nuestro próximo avance será más complicado, hasta que poco a poco, será baldío y nuestra estancada, será el tropezar de otros que deseen avanzar. Y ahí está el porqué no quiero hablar de política ¿Qué he dicho en definitiva? …
Abreviándolo, era algo así: hemos degenerado entre nuestra pérdida de tiempo y la desfachatez de otros, que con nuestra indulgencia, han repartido únicamente las migajas de lo que hubiera sido un buen trozo del pastel. Lo malo: nada será como pudiera haber sido. Lo bueno: todo está por mejorar.
- Pdta: el Sr. Revilla, presidente de Cantabria, habló ayer en un programa de tele5. Me caía bien, , antes de saber que también hace abuso de su mandato para imponer su opinión. Puede que no sea un ladrón, pero es un bribón. (También acaba con ON) y con esto no defiendo a Laporta. El Barça, está por encima de cualquiera de sus presidentes.¿ Lo duda aún el señor Revilla? la comparación que hizo del discurso de Laporta con el fanatismo y el terrorismo, es digna de aparcar en el trastero de la demagogia. Así como su afirmación de que una consulta-estadística no es legal. Lo incluiré en mi cuarto de inservibles.
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