Rectificación

• Hace unos días, alguien preguntaba la opinión sobre la concesión del Premio Nobel a Obama. Respondí lo mismo que la mayoría de los que estábamos: nos parecía precipitada y poco justificada cuando no hay a la vista ningún resultado. Unos días después, rectifico mi opinión ya que la considero hoy, muy baladí y no quiero unirme a hundir una voluntad que algunos intentaran hundir con métodos inadmisibles para mí . No me cabe ninguna duda de que Obama, se enfrenta para intentar cumplir sus promesas, a un cercado muy difícil de desmoronar. No me cabe ninguna duda, que la opinión de la sociedad estadounidense, como la de aquí aunque nos fastidie, está influenciada por segmentos movidos por intereses mayores que no dejaran de poner palos a la rueda a su Presidente y acabaran vendiéndolo como un chiflado o inexperto, si no acaban con él de otra forma más evidente. No dudo en absoluto, de que Obama está en el punto de mira de estos poderes que lejos están de querer renunciar a una América influyente, intervencionista y en algún aspecto conectada a una red fanática e insensible al resto del mundo. No creo equivocarme cuando pienso que no solo le hará falta mucha voluntad para acabar con todo lo que anteriores presidentes han lastimado y maltratado, le hará falta, además, mucha firmeza, amor y equilibrio, y un generoso apoyo que puede llegar, precisamente, de Europa. Ya lo tiene.