Es, insolente compañía que acude de vez en cuando a redimirte. Es, insistencia en la resistencia capaz de suspender el tiempo que sigue siendo inexorable. Viene, con el pretexto de descubrirte aunque almacena cuanto alcanza. Llega, y arroja con cierto recato y mucha disposición cuestiones que incomodan. El sexo, por ejemplo. El colectivismo, como paradigma antagónico a todo lo que te rodea o aspiras y, el albedrío del pensamiento. Cuestiones incomodas para considerar entre prisas, prejuicios y compromisos. Siéntese díscolo en un mundo subyugado y amante libertino en un océano de corazones encadenados. De vez en cuando asoma como quien no quiere la cosa para despertar pasiones entumecidas entre despechos, intereses y bostezos. Es, poniente fiel e impertinente que te planta por cualquiera y desaparece después para regresar con la misma idea que le hizo abandonarte porque no prosperó. Es, puente perceptible que resiste entre emociones subordinadas e ideas subjugadas, y cumple muy bien su objetivo: Incordiar. Por eso no cedes aunque consientes, por ello, sigues considerándole un necesario incordio y le gusta ser fustigo. Siempre va y no se retiene, como el rio que alimenta las orillas de un terreno caustico sin detenerse y se aleja sin advertirle. No le importa donde abandona sus fracciones ni lo que duran, sabe que su paso es jugoso y aleatorio. En cada viaje, abandona parte de su caudal y arrastra raudo polvaredas descompuestas que acabaran pasto de cualquier charco o mar, alimento de otros peces solapados que no saben, aún, que la meta se halla en el mismo lugar que el punto de salida. Es, hacienda de suplencias que excede tus límites y les autoriza un nuevo rumbo aunque siga siendo irrazonable alcanzarlas. Es, un estimado incordio.
3 comentaris:
Ecléctico incordio el que describes. Al menos, si soy incordiona, me gustaría ir en esa línea y directa al mar..jejeje
Un beso.
Beatriz.
Estimado incordio, que hace que te sientas viva. Un beso enorme. Valle
Bon dia y gracias a las dos por la visita;)
un beso
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