Lo que pasa es, supongo, que a medida que crecemos, alguien nos enseña a darnos una importancia que en realidad no tenemos y extender la mano se convierte en un altanero viacrucis y cualquier pretexto en una buena excusa para no hacerlo. Interesante artículo de Redes.
Falacias que decaen
http://www.elpais.com/articulo/portada/mito/adiccion/Internet/elpepisupcib/20100527elpcibpor_1/Tes
Este articulo te recuerda las veces que has tenido que defender tu actitud en relación a internet hasta que tu custodia acabo, un determinado día, reforzada de indiferencia cada vez que escuchabas algo en contra de esa fea costumbre de frecuentar la red (hace ahora, muchos años). Tenemos la tendencia de copiar conjeturas de otros cuando no entendemos la postura de alguien, y tenemos la mala costumbre de propagar falacias cuando no sabemos exactamente de qué va algo. Hoy, muchos de los que criticaban aquella insana costumbre, pasan más horas que tu conectados y no has oído, aún, ni creo que la escuches, ninguna disculpa por su parte de todas las simplezas que te dedicaron en su día. Siempre llega el día que puedes devolver la pelota a quien te machacó injustamente pero lo que no siempre llegan son las ganas de hacerlo. Así que, aprovechando la desgana, es mejor huir de la vendetta y seguir amparando tus criterios en un lugar seguro donde nadie ni nunca puedan mancillarlos de ignorancia y estupidez y si queden al socorro de la esplendidez y de la comprensión. No se trata de alimentar el oscurantismo, se trata de fomentar el amor propio y defender tu postura cuando esta es atacada con sandeces que no aportan nada. Se trata de tener un saco siempre a punto con un enorme agujero donde ir abandonando todo lo que recoges y es inservible hasta que llega alguien que lo auxilia y repara. Y se trata, desde luego, de no olvidarse de quien te lo ha ido llenando y esperar, sin desesperarse, que un día despierten de su cansina inopia y por fin, te dejen en paz.
AB
Es necessiten firmes una mica esbojarrades, valents i confiades, o el que es el mateix, es necessita gent capaç de comprometre la seva firma per donar la seva confiança en un projecte i perquè Benedito sigui candidat i pugui entrar al ball de bastons de les Eleccions del Barça. No hi ha molt de temps per rumiar-so. Una setmana i escaig, aixi, que si es dels qui dubtes molt o si ets del qui creus que la teva firma val com un dels teus ronyons, no cal que m'escoltis, ni tan sols que hi pensis. Et preguntaràs, es clar, perquè jo m'hi comprometo i potser pensis que hi tinc alguna cosa a guanyar o a perdre. Doncs no, ni una cosa ni l'altre. L'explicació es molt mes senzilla: Ens va donar audiència fa qüestió d'un mes i li varem fer les preguntes una darrera l'altre i ens les va respondre sense embuts. El varem conèixer una mica en ell i al seu equip, tant proper i planer come ell, i potser , allà on tu hi veus intransigència jo hi veig fermesa (potser si) . A partir d'aquí, era nomes, qüestió de seguir-lo per escoltar-lo i fer un petit esforç per coneixe'l una mica mes. Desprès, de tant escoltar-lo la confiança ha anat cedint a la indiferència i el que es mes important, ha cedit a la ignorància. Per a mi, sobretot, que m'agrada recolzar als febles en algun sentit que no sempre l'empeny la compassió , es un repte ajudar-lo. Hi cal passió, també, cal dir-ho, la passió que hi posem quant ens enamorem d'algú que no coneixem però intuïm que amb ell podrem ser feliços. Aixi ,que ara que ja ho saps tot, fes el mateix que jo i confia amb el teu instint i pensa, com jo he pensat aquest últims dies, que cal seguir apassionant-nos per alguna cosa o per algú, sempre. I que posats a triar, triem el que s'ens acosta, no el que ens envia un poderós missatger per acostar-se a nosaltres.
Ball de funcionaris
Recordo molt be, encara, com el pare de les criatures deia molt convençut : “Si vols ser funcionari, segueix aixi! “ Aquesta frase, malintencionada i punyent, la dirigia als seus fills, ja adolescents, quant es conformaven amb poca cosa i triaven el camí mes fàcil (referint-se als estudis o determinades actituds)
No es cap noticia que el funcionariat, en el nostre país, no ha gaudit de molt bona premsa. Se'ls ha vist com l’actitud conformista , el pes social que s'ha de mantenir passi que passi i peti qui peti. El funcionari , per molts, es el que no inventa, el que no creix, el que arriba i s'atura quant i arriba; el que no mou un peu sense demanar-li permís a l'altre ; el que allarga els esmorzars ; el qui fa campana per un esternut, i el que mai somriu quant ens respon. Crec que tots aquests prejudicis, son pura enveja. Jo, també hauria participat en aquest vídeo si hagués estat funcionaria. Jo, també seria funcionaria si no hagués estat inquieta , cul de mal seient i un pel inconformista .Ara, el mon sembla cap-girarse i un 5% en te la culpa i es ell mateix qui mou comentaris de tota mena, sentiments de venjança i ganes d'aixecar-se de la cadira. Ja m'està be, que voleu que us digui...Ja m'està be perque tots aquests que ara volen alçar el cul de les cadires per dir “això no” son els qui han fet guanyar els qui ara els imposen la primera rebaixa de l'historia d'aquest país , que no va gosar tocar ni el mateix Franco. Crec que son moguts per l’ enveja tots els comentaris en contra del funcionariat del nostre país. Pura enveja...Ara, potser, els funcionaris entendran una mica mes als autònoms que pengem d'un o mes fils tots els finals de mes. Ara, els funcionaris, potser, ens faran un petit somriure, ens atendran mes depresa i posaran una cara mes amable quant anem a requerir-los per qualsevol cosa, Ara potser els autònoms, veurem als funcionaris amb una mica mes de benevolència. Ja m'està be que per un any, tots siguem una mica més semblants davant d’un Deu petit que es l'Estat i sota aquest sol de Maig que quasi no escalfa.
personal de la Universitat Politècnica de Catalunya:
Nostalgia de Paris
Hay lugares en el mundo que no nos llaman, que no viajaríamos hasta ellos sin saber decir el porqué. Los hay también que nos han atraído y desencantado, y otros que recién abandonados ya sentimos añoranza de ellos. Quizá tú tienes decidido cuál es, yo también.
Cuando vas a Paris (antigua Lutecia) por primera vez, te sobrepasa. Te impresiona su grandeza y la anchura de sus bulevares, plazas y calles, la magnífica extensión de sus parques y jardines. Estás en una ciudad en la que cuesta decidirse por dónde comenzar a moverse y tienes muy clara la sensación de que no podrás asimilarla completamente. La segunda vez que la visitas empiezas por recorrer los lugares que te han sorprendido y a buscar los que te han recomendado. La tercera, empiezas sin angustiarte por donde tú has elegido e intentas cumplir con el recorrido aunque sabes que es imposible efectuarlo saboreándolo al mismo tiempo por lo que decides dejar para otra ocasión los lugares que están al final de tu lista y absorberte de los que vas descubriendo. A partir de ahí, si regresas a Paris es porque te estás enamorando de esta ciudad y si vuelves más veces es que el enamoramiento se ha convertido en amor incondicional y definitivo...
Vienes a Paris esta vez sin un plan definido y los que te acompañan tienen uno primordial: Asistir a la final de básquet en el Paris-Bercy. No has querido ir porque hacerlo significaba invertir dos tardes enteras en este estadio y el baloncesto, aunque juegue el Barça, no te gusta tanto como para perder tanto tiempo estando en el lugar que estas. Esta vez, el único plan que nadie puede sesgarte es el de intentar encontrar la Rue Vaneau.
Repites el museo del Louvre y ves las salas donde se exponen los cuadros que no vistes la primera vez. Algunos de la escuela italiana, otros de pintores franceses y algunos de pintores españoles conocidos en boca de otros pero que nunca has podido apreciar de cerca: Goya, Murillo, Velázquez….Vuelves a ver la Mona Lisa, y hace poco has pasado al lado de la famosa Victoria de Samotracia, siempre rodeadas de turistas cual paparazis inmortalizándolas en sus pequeñas cámaras. Te detienes de nuevo ante La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix y lo haces un buen rato delante de la colosal obra de Veronese, Las bodas de Caná . Recorres todas las dependencias de las secciones Richelieu y Denon y te paras ante algunas esculturas romanas y griegas, y un poco alejada, miras sin comprender el porqué tanta gente se amontona ante la Eros y Psique de Canova, (otra vez con sus pequeñas cámaras) retratando y dejándose fotografiar al lado de la escultura, y sientes que ya tienes suficiente por hoy después de 4 horas de museo. Ayer, de la mano de un casi ducho en arte y animada `por una amiga, estuviste en l’Orangerie y te han maravillado Les Nympheas de Monet y has descubierto a Maurice Utrillo que plasmo su Paris contemporáneo enfocándolo en el barrio de Montmatre. Has paseado largo tiempo por delante, detrás y al lado (nunca arriba) de la Tour Eiffel, otra vez has rodeado Les Invalides a pie y entrado en Notre Dame. Has tomado un costoso café en la terraza del Flore y saboreado un steak tartare en Le Galvacher. Has conocido la Iglesia de Saint Sulpice y observado su línea de latón en el suelo que sigue paralelamente los meridianos de la Tierra extendida hasta su obelisco sin entender nada. (Dicen que, en los equinoccios (21 de marzo y 21 de septiembre), al mediodía la luz toca un plato oval de cobre delante del altar y que esto sirvió para realizar mediciones científicas, salvando a la iglesia de ser destruida en la Revolución francesa). Te queda mucho por ver pero esta vez has visto más cosas porque el metro en Paris es otro lujo que hay que probar. Solo te quedan por hacer un par de comidas en la ciudad, pasear de nuevo por la Place des Vosges y encontrar el paradero de la rue Vaneau. Lo buscas en internet porque el conserje del hotel, a pesar de informarte que el jardín de Matignon no está abierto al público porque pertenece a la residencia del primer ministro, no sabe indicarte donde está la calle que si está en el libro que sigues leyendo. Es una referencia, al menos, y es la que te sirve para dar con la calle en internet. ¡Oh la la, está a solo unos minutos del hotel! La misteriosa calle de Vila-Matas, existe. Y cohabita en ella, aún, un cierto aire de enigma al que se refiere el autor. La recorres porque no es muy larga y poco a poco topas con el Hotel Suède, donde se hospeda el protagonista de la historia; al lado, encuentras la misma farmacia Dupeyroux donde compraba sus aspirinas francesas. El apartamento donde se instaló Karl Marx y en el que nació una de sus hijas un 1 de Mayo. La mansión lúgubre y secreta donde cada noche se percibe movimientos extraños a través de sus ventanas tenuemente iluminadas; las casas de los dos escritores franceses, Green y Gide; la embajada de Siria, en el número 20 de la misma rue Vaneau, y la mansión de Chanaleilles , en la que se instaló Antoin de Saint Exúpery en 1931 y que años después compró el multimillonario griego Niarchos. Ya puedes irte de Paris satisfecha. Te queda mucho que ver pero solo unas horas para partir en dirección a casa.
Paris, es una ciudad siempre dispuesta para ser contemplada y para sorprenderte a cada paso que des. Es una ciudad disciplinada, orgullosa de serlo que brinda autonomía y solicitud. Un día quizá te enamore y después te encadenará a ella para siempre.
Algo parecido
Empiezas una tarea nada cómoda. Una cosa es hablar, reflexionar entre amigos y otra exhibir pensamientos, disposiciones o tu incapacidad a extraños. Empezó relativamente fácil, como casi todo, y va complicándose. La mayoría de las situaciones avanzan dirección arriba y descender, no es sencillo. Un diario personal (¿), Esto de descubrir tu vida, tus movimientos y emociones, es incomodo. Muy incomodo. Ha de ser un diario de siete días, a tiempo real. No vale hacer trampas y escribir hoy para los seis que quedan. ¿Y si es una semana aburrida, sin inquietudes ni nada especial que apreciar? Empezó el sábado y hoy, lunes, llueve. En la Molina, nieva. Días así, te ayudan a centrarte en el compromiso de escribir, aunque no tengas nada interesante que contar. Hablarás de la advertencia sobre los efectos nocivos de beber demasiada agua, firmada por un catedrático de la universidad de cardiología de Madrid que te envió una compañera, y de aquella narración de una chica llamada, Alicia, que has leído y tanto ha gustado. Por cierto, has de avisar de la opinión del cardiólogo a todas las personas que aprecias, no vaya a ser que escarchen en su propio esfuerzo. ¿Tres litros de agua al día? Ni loca. El caso, es que desde que tienes deberes no sabes qué decir en este espacio. Un blog, ¿Para qué? Lo empiezas con la idea de que entren algunos amigos y conocidos y acabas dándole la dirección a todo el que te la pide. Aun así, al no tener un contador que te oriente de las visitas, porque te parece una vigilancia más que una curiosidad, no sabes si es leído por dos o por veinte. Tampoco hay publicidad, que sería una buena manera de saberlo indirectamente. Entonces, un blog, para quien es y sobre todo, ¿para qué? Pues sencillo. Es un lugar de entrenamiento vital. Es, como un gimnasio donde entrenarte a la vez que supone un reto. Qué significa un entrenamiento, cualquiera puede entenderlo. Lo que es un reto, es susceptible de interpretarse de muchas maneras. La mía: Reto. Acción de culminar algo que parece difícil de alcanzar. Un ocho mil, o, un diario personal, por ejemplo.
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