Incertesa

L'únic fill que et queda per estudiar, ha decidit estudiar Belles Arts. No es que no t'agradi el que ha triat, de fet, t'agrada, i tampoc és que sigui a tu a qui li ha d'agradar, però, penses que un noi amb capacitat sobrada , com ell, be podria triar un altre camí una mica més segur. Un camí on hi pogués trobar-hi una ma amiga, una ma coneguda per al menys, ajudar-lo amb la seva referència. Però, es tossut, molt, i no hi ha qui el faci canviar d'opinió. Bé, en el fons també t'agrada que ho sigui, de cabut. Tindrà dificultats en resoldre el seu camí professional –penses-. Però, diuen les persones aciençades, que els entrebancs es superen quant creus amb tu mateix i en el que fas. En una societat que nomes veu futur i llum en la productivitat, ser artista o entès en art, no es un bon averany ni una bona carta de recomanació. Que hi farem ! Què i pots fer-hi? Ara, res de tot això li sembla un obstacle, i li sona, tot el que li dius, a música que sona de fons i li molesta quant l'escolta a prop. Tu, nomes cantes de tan en tan per ell amb la intenció d'advertir-li que no ho tindrà fàcil. Per avisar-lo, de que mai com ara podrà triar què vol fer. Que mai com ara podrà ser tan tenaç i estar tant segur de les coses que pensa, que vol i que diu. Que poder i voler no sempre es possible. Ell, tria, tu, ets la música emprenyadora que sona al fons però que sona cada cop amb menys intensitat perquè la seva determinació ha anat ofegant-la. Nomes et queda per cantar-li l'ultima estança : Gaudeix-ne amb passió i molta sort!




¡ !
Estaría bien recordar esto más a menudo, pero, no siempre porque sería muy estresante y recelaríamos de todo y todos. Más vale reconocerlo de vez en cuando, cuando una tragedia nos sacude el ánimo o cuando tengamos tiempo de sobras para pensar. No hay que olvidarlo porque es un mensaje que nos ayuda a disfrutar de las pequeñas cosas y porque nos hace pensar en la muerte como algo natural. Tan natural como vivir.
Esta madrugada, mi sobrina ha tenido un accidente en la carretera de Granollers. Ha sido un accidente grave porque los dos coches han resultado siniestros totales, pero leve porque sus ocupantes han sufrido lesiones leves. Tres personas implicadas en un mismo accidente y tres personas que hoy deben pensar que viven de milagro porque en una carretera fácil, cómoda y relativamente ancha, topar frontalmente. también se puede considerar un milagro. En las carreteras como ésta, no deberían ocurrir este tipo de accidentes. Si ocurren, es porque uno de los dos implicados hace algo que no debería de haber hecho y conduce un coche que le viene grande. Los ocupantes del golf, eran dos chicos jóvenes y sin dificultades económicas que aun sin estar completamente ebrios, al menos el que conducía, no sabe medir las distancias y no controla lo que tienen entre sus manos. Debería haber conducido un panda, o uno de los antiguos dos caballos. ¿A qué padre se le ocurre regalarle a su hijo un coche tan potente a esta edad? Y, aunque regalar un coche no sea los más indicado cuando nuestros hijos tienen, 19, 20 o 22 años de edad, si quieres regalárselo, hazle pagar la gasolina, el seguro y el impuesto de circulación, al menos. Al menos, sabrá lo complicado que es mantener un juguete de estos que nos llevan a donde nos da la gana. Al menos, sufrirá por estar sin él por culpa de ir haciendo el animal por estas carreteras de Dios. Y si tiene la suerte de salir casi ileso en un accidente, abrázalo. Dale un fuerte abrazo cuando llegue a casa vivo pero recuérdale al día siguiente que el próximo coche, si llega, llegará con esfuerzo, llegará con esfuerzo, sudor y alguna lágrima (suya) Y no antes. Ya lo decía mi abuela: "Más vale que lloren ellos que tú"


Pedro navaja (Gato Perez) - Los delincuentes
tots depenem de tots, i tots som una mica responsable de tots. A vegades, masa sovint, oblidem aquest detall i juguem amb foc i fem trampes. Aleshores, ja no hi ha solució, nomes queda lamentar-nos.

Me ha gustado

"Quan surts del Ritz de París hi ha una totalitat que t'envaeix i entens Napoleó. Plaça Vendôme, ben entrada la matinada. Aquest triomf d'una idea de civilització. Joieries a cada portal, els fanals negres, alts i esvelts, altius. Vam guanyar i que se sàpiga. París sap exactament quina superioritat vol exhibir, i és per això que, entre d'altres coses, no gasta mai bombetes de baix consum. París ha sabut sempre quina ciutat volia ser, quin poder volia representar, com volia entrar a la història. Va lluitar contra tota adversitat. Va passar per damunt de tots els cadàvers que féu falta. És cert que nosaltres no tenim Estat, ni cap poder per representar. Però vam tenir la nostra glòria i per tant els nostres errors si la perdérem; i creu-me que és infantil desvincular la teva història de la pròpia responsabilitat. Surts del Ritz a Vendôme i ho veus ben clar: es tracta de tenir poder, rictus, Estat. Si continuem així, també de nosaltres podrà dir-se que no vam intentar-ho gaire. Aquesta plaça que és el resum de la vida promesa. Estructura contra un món esfilagarsat de relativisme, orfe de transcendència. Ordre i estil, línies rectes, Napoleó al capdamunt d'un obelisc fet amb ferralla enemiga, derrotada. Sempre hi ha diversos focus que l'il·luminen, de sota cap amunt, projectant-lo fins a tocar les estrelles. La lliçó fonamental que guanyar és un deure: va conèixer Waterloo, però vet-lo aquí, mostrant el camí, i l'ensenya. Guanyar és un deure si vols tenir dret a l'orgull, al poder. Perquè ser el mateix botí de tots els saquejos no és la pau, això és perdre. Vendôme, plaça de Vendôme. Un poc de simbologia bèl·lica que ens ajudi a madurar recordant-nos que la pau és el que administres quan has guanyat la guerra."

Este artículo que Sostres escribe hoy, en el Avui, describe la Plaçe Vendôme de Paris. Describe una sensación que siente él , y que coincide con algunas emociones que sentimos muchos cuando paseamos por la ciudad de la luz, a su manera y estilo. No pensé en Napoleón cuando la visité hace unos meses, no pensé en Napoleón porque exactamente no conozco la historia de este tirano-iluminado que consiguió gobernar gran parte de la Europa occidental y fue admirado y a la vez, despreciado por muchos. No pensé en sus victorias ni en su derrota, pero, si es cierto que tanto esta preciosa plaza donde, dicen, César Ritz reinventó la hostelería, como lo que la rodea, está invadido de superioridad y te acabas preguntando el por qué. Paris, es superior en muchos aspectos, e imagino, como apunta S.Sostres, que debe haber alguna relación directa entre los edificios y espacios que nos rodean y nuestro afán de superación. La grandeza, no se puede evocar desde Tornavacas o desde Sorba. Aunque si es posible irla a descubrir desde cualquier sitio que estés, es necesario mover el espíritu y el esqueleto para ir a por ella. Paris, es superioridad y belleza, es ambición desmesurada y es elegancia. Y en Paris, nadie pasa indiferente si presta atención y es capaz de trasladarse a una época que, en muchos aspectos, debía ser más complicada que la de ahora. Sin conocer quién aporto en esta ciudad tanta ambición, puedes pensar que fue algún iluminado, sí. Y que disfrutó de su enajenación mental apoyado a la fuerza o no, por muchos que la hicieron realidad. Otra cosa, es analizar cómo, pero no puede negársele a Paris, éste merito y esta condición. Desde cualquier rincón de Paris, puedes sentirte mucho más triste de lo que estas y también mucho mas desprendido. Puedes sentirte minúsculo o magnánimo, el más desdichado o el más afortunado. Desde Paris, te sientes vivo especialmente, porque no hay nada en ésta ciudad que no se inhale con grandiosidad y, sea gracias a las visiones de Napoleón, o a su derrota, sigue ahí, casi ilesa. Para todos y todas los que la visiten o habiten, esparciendo distinción, buen gusto y elevando cualquier espíritu.
Romanza - Ruben Romero

irrealidades

Cósima, tenía un duende. Era un duende que solía aparecer sobre las cuatro de la madrugada y la hacía despertar de un sueño, a veces, angustioso, otras, agradable y otras veces divertido. Hoy, el duende, se le había mostrado de una manera mucho más clara y sin astucias. Evidentemente, a las cuatro en punto de la madrugada. El duende, aparecía antes de despertarse, en una escena de la vida misma que, en ocasiones, parece y es tan estúpida e irreal como en un sueño. Era un duende enano y se había colado en un extravagante barco que navegaba apresuradamente por un mar extraño, en una casa que parecía la suya y no lo era, en un hotel en el que todos se reunían de vez en cuando pero sin llegar a conocerse, en la larga mesa y en cada paso que hacia junto a sus conocidos, él, estaba allí pendiente de Cósima. La observaba atentamente y le sonreía de forma encantadora y sin ningún temor a ser descubierto, y ella, comprobó que era él, el duende de su sueños, por su tono de voz y porque parecía entre tanta gente, el más grande. Entre asustada por su presencia y apariencia, un enano, y sorprendida porque sabía que pretendía dentro de su pequeño caparazón, no pudo dejar de perseguirle con la mirada y acaparar por completo su atención. Todo lo que iba sucediendo a partir de aquel momento, giraba en torno a aquel enano de sugestiva mirada y la guiaba en sus pasos. ¿Qué hacía su duende mezclado en su vida real? Estaba allí por ella y ella lo sabía. Y aunque el pequeño duende no disimulaba su solicitud hacia ella, Cósima, seguía intentando disimular y esquivarlo movida por los consejos de sus más allegados, hasta que, sin darse cuenta ni saber cómo ni en qué momento, el enano había desaparecido de su sueño, de su mesa, de aquel barco, de aquella maravillosa y extraña tormenta de bolas de hielo, de entre sus antiguos amigos, de su vista. Eran las cuatro de la madrugada. A partir de aquel momento, Cósima supo que aquel enano no iba a parecer más, que su duende se había mostrado tal y como era, sin miedo a decepcionarla. Y dedujo como lo amaba y de qué forma. Entendió, de una vez, que era lo que la despertaba puntualmente cada madrugada a la misma hora. Entendió por fin, que enanos o gigantes, los corazones que coinciden lo hacen para siempre y que en cualquier hora o lugar, pueden asomar.

variacions esporàdiques

Sovint, em veig embrollada amb histories no meves que be podria estalviar-me. Sovint, aquest ordre històric desordenat, o potser incomprès, aquest fer servir el límit sense mesura ni criteri em sorprèn i em colpeja. També, a vegades penso que és massa difícil entendre el nostre petit mon com per anar a resoldre els altres petis mons que semblen, a ulls meus, desistits. Com podria transformar una dona sola tot un mon si no és capaç de resoldre el seu propi mon? I cedeixo amb pau, amb una certa tranquil·litat que em reconforta perquè em mostra la petitesa del meu ordre i m'ajuda a reposar, encara que nomes sigui per uns instants, i fan de flaire esclaridora i humil resignació. Desprès, surt algú que em convida a pensar-hi, que em proposa una qüestió que ignoro, una qüestió d'aquelles que mai hi havia parat atenció, i aquest algú és algú en el qui confio perquè quasi sempre té raó quant diu alguna cosa perquè pensa més lluny que els altres pensen i, ebri o seré, però sempre lúcid, l'encerta. I comprovo un altre cop, com de petit és aquest mon i com de minúscul és el meu mon que tampoc, sé resoldre convenientment. I m'encongeix l'esperit saber-ho, i em lliga la veu i la força, saber, que no ni ha prou em desitjar-ho, que mes valdria cridar i fer un himne a l'esforç quant hi ha coses que dir, quan hi ha coses que destruir, i quant hi ha tantes coses per millorar. Però callo. I no ni ha prou de dir-ho, potser. Ni fen-te un himne desapareix del tot l'angoixa que desespera o que neguiteja, perquè tu, el teu petit mon, el meu i el dels altres, estem conduits, com la mosca del compte, a destruir-nos a poc a poc per millorar-lo, i sense fer massa soroll de fons

Salían del Royal, algo parecido a una brasserie de pueblo en un pueblo en el que nada es una especialidad, y para hacer tiempo hasta que salieran los que los acompañaban, un padre y sus dos hijos, de más o menos dos y cinco años, se pusieron a jugar en la calle con una pelotita de goma y una pala de las que se ven por todas las playas. Pensaste inmediatamente, al contemplar la escena, que no era el lugar apropiado para jugar con dos niños tan pequeños a nada, pero menos aún con una pelota y una pala. Estabas en el interior del coche, esperando que pasaran los quince minutos que tardarían las dos pizzas a cocerse en el horno, según el pizzero. Escuchabas música en la radio porque el programa nocturno y diario que empieza a las nueve de la noche y dirigen Barril y Oller, lo han substituido éste mes de Agosto por uno presentado por Ángel Cases, y lo más destacable de éste es la música que ofrece. Tu coche, estaba incorrectamente aparcado al lado derecho de la carretera nacional, pero, a las diez de la noche no paran los autobuses de línea así que el coche no estaba tan mal aparcado y esa circunstancia te hace contemplar lo que ocurre afuera tranquilamente mientras suena la música. Pasaste, rápidamente, de un estado emoliente a sentir cierta tensión porque tenías a aquel hombre con sus dos hijos delante mismo, al otro lado de la carretera, y aquel padre demostraba cierta cachaza con el comportamiento de sus dos chicos. No es que los niños hicieran algo inusual en los niños, es que su padre parecía no advertir el peligro que sobre todo el mayor, estaba asumiendo ante sus narices con aquella pelotita y sus correteos. Las diez de la noche, no es una hora en la cual circulen muchos coches, casi, no es una hora para que los niños pequeños transiten la calle, pero, circulando pocos, pueden pasar en un minuto entre seis y siete vehículos, más o menos. No perder de vista la escena que tenias delante te estaba alterando la tranquilidad y como no quedaba más remedio que seguir esperando por las pizzas, decidiste mirar hacia otro lado mientras seguía sonando música en la radio. La otra opción, era decirle cuatro cosas al padre pero, ¿Quién eras tú para llamar la atención a nadie? Pues nadie. Últimamente, has escuchado algún sermón al respecto, y puede que lleven razón cuando dicen los que te lo dicen, que nadie es educable y que el mundo está para adaptarte a él, no para que él se adapte a ti, aunque ¿Y quien es el mundo si no los que lo habitamos? Nada, no pienses más, a callar tocan, seguiste pensando. A mirar hacia otro sitio porque cada cual arriesga en su vida lo que le da la gana y educa a sus hijos como le sale de los cataplines. Que si. Entendido.
No habían pasado cinco minutos cuando la pelotita en cuestión se desvió hasta llegar justo en medio de la carretera y ya tienes al padre, con cara de pasmo boquiabierto, advirtiendo al hijo mayor que no fuera a buscarla, al nene llorando y al pequeño de los dos contemplando la escena desde los brazos, ahora y por fin, de su padre.. .Sin pensarlo, saliste de tu coche y aprovechaste un instante en el que ni en una dirección ni en otra se acercaba peligrosamente ningún vehículo para correr en busca de la pelotita en cuestión y lanzarla al angustiado niño y al estólido padre. No dejas de sorprenderme, pensaste pensando en ti misma: Hace un instante, hubieras reprendido al padre su insensatez por no prevenir los riesgos que tan cerca tenían sus hijos y él mismo. De repente, se desplaza la pelotita y sales a buscarla adelantadamente, la devuelves a sus dueños y no dices ni mu. Pues tenías que haber añadido algo, volviste a pensar, aprovechando que ahora sí, estabas implicada en dicho asunto. Decidiste volver a entrar en tu coche porque las esperadas pizzas aún estaban por entrar en el horno. Te acababa de anunciar el pizzero:¡ Diez minutos! Con lo que sumado a los veinte que llevabas esperando, ya eran treinta en tu reloj.
Te olvidaste por dos minutos de la pelotita y del padre con sus retoños, cuando otra vez, sorprendentemente, viste a la pelota planear de nuevo hasta mitad de la carretera. Esta vez, no ibas a intervenir porque, poco a poco, lentamente, observabas que la pelota iba deslizándose desde el centro de la calzada hasta el borde de la acera donde estaba el condenado padre con sus hijos. Ni mu.
Pasaste inadvertida. ¡Premio! Casi, como la suerte que pasa o no pasa, dejando donde estaban estas cosas que la diosa fortuna decide atender o ignorar, y que mima a éste hombre tres veces en diez minutos. La primera vez, porque fuiste a recoger una simple pelota ya que era mucho mejor que aguantar sentada mirando como aquel hombre solventaba la papeleta. La segunda, porque la pelota decidió regresar por pura inercia casi al lugar de dónde había despegado y un coche, tuvo el acierto de detenerse. La tercera vez, porque decidiste hace meses, no inmiscuirte en nada que no fuera tu problema, o sea, tomaste la decisión de callarte en vez de decirle lo que se merecía escuchar. Pero…Hay personas, que no tienen tanta suerte en toda una vida. ¿Se enteraría éste mentecato?

Biografía de una mosca



Sí imaginásemos que alguien hace con nosotros lo mismo que nosotros hacemos con las moscas: estudiarlas, observarlas y someterlas a distintas experiencias y situaciones, sin duda, sentiríamos aún más que no hay nada que hacer y que solo queda por hacer el hecho de comprendernos más y mejor en éste extraño trance llamado evolución, en el que, quizá, habría alguien supremo decidiendo nuestro presente, poniendo a prueba nuestro futuro y machacando nuestro pasado, y que si todo ello fuera una realidad, no tendría sentido ni tan solo recordarlo (nosotros). Machado, no era biólogo, pero quizá era alguien muy lúcido que divisó en las moscas su modesta y útil función:

De siempre…Moscas vulgares, que de puro familiares no tendréis digno cantor: Yo, se que os habéis posado sobre el juguete encantado, sobre el librote cerrado, sobre la carta de amor, sobre los párpados yertos, de los muertos…

"Calatalina" es una mosca de laboratorio y Juan José Millás, hace un extenso y magnífico relato en el País del que os dejo el enlace. Es imposible ver las moscas a partir de ahora, como las veía ayer.

click:
http://www.elpais.com/articulo/portada/Biografia/mosca/elpepusoceps/20080803elpepspor_4/Tes

Algún incondicional amigo del señor Ibarra, tenía que haberle avisado que habitualmente, tarde o temprano, “donde las dan, las toman” Así que está bastante claro, que a lo único que ofende este famoso, ya, cartel que Suñer ha colgado en su blog (y retirado), es a los niños necesitados de verdad. No a Extremadura ni a los extremeños. En cualquier caso, devuelve irónicamente la pelota que el señor Ibarra ha ido utilizando durante años para jugar impúdicamente, aunque él se esfuerce en considerarlo un juego de humor fino que los demás tendrían que comprender así. Por mi parte, me alegra comprobar que aún queda en Catalunya gente capaz de bromear con asuntos de dinero, que son asuntos innombrables a la hora de bromear, normalmente, y lo haya hecho efectivo. Solo no acaba de convencerme que lo haya retirado tan apresuradamente. Existen aún comentarios del señor Ibarra, que no se han digerido ni falta que hace digerirlos. Este cartel, repito, que en el caso de ofender solo ofende a esos niños que muestra la imagen, es la reacción a la acción, es el resultado de un desacierto constante y consentido de Ibarra a Catalunya que tarde o temprano tenía que repercutir en quien empezó este sardónico juego.

Ibarra, ha sentido vergüenza públicamente de los ricos segregacionalistas catalanes.


Ibarra, hace pública su opinión de que la reforma del Estatut es ofensiva para la dignidad de los extremeños.

Ibarra, dice de Maragall que se levanta de la mesa antes para no pagar la cuenta.


Ibarra, opina públicamente que Carod es tonto porque solo un tonto se cree que con el 16% de los votos puede decidir algo.

Etc…

Ibarra, ha hecho demagogía en publico y abrazado en privado.


Reír juntos, o reír los últimos. En cualquier caso, más vale no ser gracioso cuando no se sabe aceptar candongas.