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Seguramente, lo que no comprendes no lo entienden sus padres y maestros, tampoco, pero, no han tenido tiempo o ganas de atosigarles con aquellas patrañas y explicarles historias lejanas, o valor suficiente para confesarles que estaba fuera de su alcance el acceso a la Universidad... Y ahora, tenlos aquí, en la calle, siguiendo la pauta de algunos rebotados y, plantando media cara a las porras y alzando sus panfletos de anhelos inverosímiles y olvidándose de aspectos más preocupantes de dicha ley, de pie o de suelo en suelo, cuando tendrían que estar congregados en un solo templo, el de la sabiduría, aprovechando cada instante . Comprendes, al menos, que no es el juicio lo que les agita, si no, indomables impulsos avenidos a una edad que, como el resto, se esfumará velozmente.
Manifiestos: Total
Basta ya de cortar el hombre y la tierra y el mar y el cielo.
Basta de vuestros fragmentos y de vuestras pequeñas voces sutiles que hablan por una parte de vuestro corazón y por un dedo precioso.
No se puede fraccionar el hombre, porque hay todo el universo, las estrellas, las montañas, el mar, las selvas, el día y la noche.
Basta de vuestras guerras adentro de vuestra piel o algunos pasos más allá de vuestra piel.
El pecho contra la cabeza, la cabeza contra el pecho.
El ojo contra la oreja, la oreja contra el ojo.
El brazo derecho contra el brazo izquierdo, el brazo izquierdo contra el brazo derecho.
El sentimiento contra la razón, la razón contra el sentimiento.
El espíritu contra la materia, la materia contra el espíritu.
La realidad contra el sueño, el sueño contra la realidad.
Lo concreto contra lo abstracto, lo abstracto contra lo concreto.
El día contra la noche, la noche contra el día.
El Norte contra el Sur, el Sur contra el Norte.
¿No podéis dar un hombre, todo un hombre, un hombre entero?
El mundo está harto de vuestras voces de canario monocorde. Tenéis lengua de príncipes y es preciso tener lengua de hombre.
Es preferible oír los discursos de un picapedrero, porque él al menos siente su cólera y conoce su destino, él está en la pasión y quiere romper las limitaciones.
En cambio, vosotros no dais la gran palabra que se mueve en su vientre. No sabéis revelarla.
La gran palabra que será el clamor del hombre en el infinito, que será el alarido de los continentes y los mares hacia el cielo embrujado y la tierra escamoteada, el canto del ser realizando su gran sueño, el canto de la nueva conciencia, el canto total del hombre total.
El mundo os vuelve las espaldas, poetas, porque vuestra lengua es demasiado diminuta, demasiado pegada a vuestro yo mezquino y más refinada que vuestros confites. Habéis perdido el sentido de la unidad, habéis olvidado el verbo creador.
El verbo cósmico, el verbo en el cual flotan los mundos. Porque al principio era el verbo y al fin será también el verbo.
Una voz grande y calma, fuerte y sin vanidad.
La voz de una nueva civilización naciente, la voz de un mundo de hombres y no de clases. Una voz de poeta que pertenece a la humanidad y no a cierto clan. Como especialista, tu primera especialidad, poeta, es ser humano, integralmente humano. No se trata de negar tu oficio, pero tu oficio es oficio de hombre y no de flor.
Ninguna castración interna del hombre ni tampoco del mundo externo. Ni castración espiritual ni castración social.
Después de tanta tesis y tanta antítesis, es preciso ahora la gran síntesis.
Nuestra época posee también sus bellas cabezas de algodón. De algodón con pretensiones explosivas, pero absolutamente hidrófilo.
¡Ah, ya sé! La medida, la famosa medida. Sois todos muy medidos. Si a veces esto no fuera un pretexto, si a veces ello no sirviera sino para esconder vuestro vacío.
Habéis nacido en la época en que se inventó el metro. Todos medís un metro sesenta y ocho, y tenéis miedo, miedo de romperos la cabeza contra el techo.
Pero necesitamos un hombre sin miedo. Queremos un ancho espíritu sintético, un hombre total, un hombre que refleje toda nuestra época, como esos grandes poetas que fueron la garganta de su siglo.
Lo esperamos con los oídos abiertos como los brazos del amor.
Vicente Hudiobro
Ya la he visto, a pesar de haber sonado un par de veces el teléfono que he espabilado sin problemas rápidamente, la he visto concentrada y con una calidad de imagen, inesperada. Es la historia de Eyal, un justiciero a sueldo del Mosad que hace justicia según las normas de ésta organización israelí. Durante uno de sus macabros trabajos, aunque limpios y convenidos, su compañera se suicida y Eyal parece entrar en otra fase de la que puede que no salga. Su próximo trabajo, está en su mismo país, haciendo de guía de un joven alemán, Axel, nieto de un longevo ex oficial del nazismo, que lo ha de acercar a su abuelo, a su pasado y a su presente, y a liquidarlo; también, lo acercará a su hermana Pia, y al mar de Galilea donde si es posible caminar sobre las aguas. Axel, no solo es nieto de este supuesto criminal sin cargo de culpa, sino que además es inteligente, encantador, colmado de una gran sensibilidad y sentido de justicia. Y gay.
Es una hermosa película sin demasiadas pretensiones. Pero nos sitúa en otra realidad e indica que anclarse en un pasado no tiene sentido si no es para evolucionar hacia un presente mejor. Que matar es fácil, pero, hacer justicia no tanto. Y que siempre hay alguien capaz de nadar a contra corriente y de ensañarnos como caminar, además, sobre unas aguas que repudiamos, Lalecet Al Hamaim, por negarlas antes de conocerlas.
Pequeños mundos: Historia de una Caja de ahorros
Trogen, es una pequeña población a media hora en tren de Sant Gallen, al oeste de Suiza.
Los 1688 habitantes de Trogen solo disponen de una institución financiera o bancaria que es la de Sparkasse Trogen (Caja de ahorros de Trogen) fundada el año 1821. Con toda seguridad, el banco más pequeño de Suiza por no decir del mundo. Su estructura es la siguiente: Tres consejeros honoríficos con funciones de control, un Presidente y una Directora ejecutiva. Las dos personas que están a sueldo son las dos últimas y entre estas dos personas se reparten un puesto de trabajo del 50%. O sea, que el Presidente trabaja medio día a la semana y la Directora trabaja unas 14 horas a la semana. El Presidente gana 3000 euros y la Directora 15000 euros. No al mes si no al año.
En los estatutos fundacionales dice que la finalidad de La Caja Trogen es la de aceptar ahorros, administrarlos y dar intereses correctos que fomenten el sentido del ahorro. A pesar de la crisis general, la Sparkasse Trogen cerró el 2008 con unos beneficios record en unos tiempos en los que los grandes bancos cierran con pérdidas millonarias. La Caja dispone de unos 12 millones de Euros de capital que es la cantidad que más o menos gasta el gran banco UBS en tarjetas de visita y papel para escribir en un año.
La Sparkasse Trogen, solo hace dos tipos de operaciones: cuentas bancarias y créditos hipotecarios. No da tarjetas de crédito, no tiene operandus por internet ni trabaja con divisas extranjeras. Tampoco especula en Bolsa ni con otras operaciones de riesgo. Naturalmente, están sometidos a la ley suiza bancaria, con todos sus derechos, obligaciones y garantías. Por ahora, disponen de 995 cuentas de ahorro y la caja de caudales está situada en la bodega de la casa de la Directora: En su interior no hay dinero en efectivo pero si certificados y documentos hipotecarios con los que la Caja trabaja.
Traducido del blog Suïssa estant
El cóndor pasa
Porque es grande
Hace días, el consejo de ministros decidió conceder a Rivera Ordoñez la medalla de oro de tan distinguido premio que entregan Juan Carlos y Sofía (o sea, Sus M). La historia es más o menos esta: Después de unas polémicos comentarios de José de la Puebla, a raíz de que este año se hubiera concedido la medalla de oro de las Bellas Artes a Francisco Rivera y que han convertido a de la Puebla en gancho de la prensa rosa, amarilla y negra, sin pretenderlo, y en las que dudaba abiertamente de la gentileza de tal premio al haberse concedido a alguien sin suficiente merito aunque mediáticamente sobrado, Paco Camino y José Tomás han decidido estrechar filas con Morante y devolver dichas medallas. ¡No era necesario! Pero era cuestión de respetabilidad. ¡No era políticamente correcto! Pero era cuestión de decencia. No las envidiaban, porque Camino, la tenía desde el 2004 y Tomás desde el 2007. ¡No es de resentidos ni de cobardes!, como opina el señor Cayetano de Alba (que va a opinar un mantenido), es de valientes obligarse a la conciencia y arriesgarse a cuestionar lo que no es justo cuando no has sido invitado a hacerlo. Así que si, un, dos y tres Oles. Y el ministerio de cultura, que se lo haga mirar.
la cola de la fortuna
Rubianes, en los cielos
Porque eso has sido tú. Has sido la palabra de todos y el actor de nadie. Y ahora te me llevas una parte de mi historia, cuando éramos solo un poco más jóvenes que ahora y sabíamos que el teatro era cualquier cosa menos comedia. El primero que se va se lo lleva todo. Franco era nuestro incómodo acomodador. Y ahora, ¿cómo voy a recordar de aquí en adelante aquellos tiempos de universidad y de ensayos con censor invitado? ¿Cómo voy a sumergirme de nuevo en aquellas cuevas luminosas de las aulas nocturnas, ahí donde una silla de tijera era el trono de un rey o el cadalso del reo o el pedestal de las estatuas? Todo eso éramos cuando no éramos nada. Y ahora, tú muerto y yo triste, todavía somos menos que nada. Será que vamos a por nuestro destino, que no es la muerte sino la vida de los durmientes y la visión de los miopes.
Pero me preocupan tus huérfanos, Pepe. ¿Quién dirá ahora lo que no nos atrevemos a decir? En realidad no se trata de atrevimiento, sino de lucidez. La lucidez que da la retorta y el alambique a los vapores destilados de una realidad turbia. Hablabas de tu teatro como si fuera un lugar de entretenimiento. Y la gente se reía, cierto. Pero luego, cuando se iban a sus casas o a la última copa, esa gente iba perdiendo la sonrisa y al día siguiente entendían que, creyendo ir a tu teatro habían ido a una lección de catedrático. Hoy tu muerte ha hecho aflorar palabras de elogio, precisamente de aquellos que tarde o temprano habrían sido alguna de tus víctimas. Tú y ellos descansáis en paz. Tú, porque siempre la conociste. Ellos, porque saben que se han librado de ti. Te vas habiéndote comido el mundo. Te quedaste con lo mejor y con lo más profundo. Y ellos, tus enemigos, temblaron, se enardecieron, cayeron en la violencia que tú les atribuías. Has sido demiurgo de los vencidos y desenmascarador de los vencedores. Y cuando quisieron sacarte a ti y a Lorca, los trabajadores te acogieron en uno de los enclaves de aquel Madrid del "no pasarán". Te brillaban los ojos como el diamante, que no es una piedra preciosa por su valor sino por su dureza.
Te llevas, Pepe, el secreto de tu fortaleza y la fórmula de tu lenguaje universal. Los periódicos se hicieron para que tú los leyeras y los interpretaras. Tantos intelectuales vendidos, a veces regalados, y tú, a lo nuestro. Y lo nuestro, sin ti, va a ser más difícil de vivir. La libertad no admite nombres propios. Pero cada vez que grite "¡viva Rubianes, que estás en los cielos!", desde Espartaco a la Bastilla, desde Auschwitz a Gaza, sabrán que tuve el honor de ser amigo y contemporáneo del más libre de los hombres.
Por Joan Barril (el Periodico)